El taller de Desmottes en Landete restaurará el órgano de los Jesuitas en Valencia

 

La Iglesia Jesuitas Valencia ha iniciado el desmontaje del centenario órgano de Pedro Palop que se ubica en el coro del templo. El instrumento fue fabricado por el maestro organero valenciano en 1921, con motivo de las celebraciones por el 50 aniversario de la fundación del antiguo Colegio San José de la Compañía de Jesús en Valencia. Fue subvencionado por la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio.

La limpieza y arreglo del órgano forma parte de la segunda fase del proyecto de restauración, en la que también se rehabilitarán las vidrieras. La reparación y actualización ha sido encargada al taller de organería de Frédéric Desmottes. En concreto, será Olivia Desmottes López, hija del maestro organero, la que supervise todo el proceso. Ella ha desmontado el órgano, pieza a pieza, tubo a tubo, para poder trasladarlo al obrador situado en la localidad conquense de Landete.

El proyecto de restauración integral de la Iglesia Jesuitas Valencia encara un nuevo y delicado momento puesto que recuperar la pieza instrumental requiere de los mejores profesionales y el tiempo necesario.

“En un primer momento desmontamos toda la tubería del órgano, empezando por la fachada y afrontando después los tubos interiores” señala Olivia Desmottes. El equipo del taller de organería consta de ocho especialistas entre los que se encuentra la propia Olivia, que trabaja como organera-mecánica, con dedicación especial en la construcción de los órganos de continuo, fuelles y secretos.

Los tubos desarmados se guardan en cajas bien protegidas para poder moverlos con garantías y evitar cualquier tipo de desperfecto. En el taller se realizarán las reparaciones más complejas.

Por otro lado, afirma la especialista, “limpiamos y aspiramos a conciencia el órgano para poder evaluar toda la parte interior del instrumento”. Esta limpieza y evaluación es fundamental para ver los daños concretos que tiene “ya que con la tubería instalada no se pueden apreciar muchos detalles que al final hay que reparar”.

La evaluación tras la limpieza ha concluido que también será necesario “desmontar los fuelles para cambiarles la piel, así como los secretos neumáticos para sustituir las membranas”, apunta Olivia. Son actuaciones que forman parte de lo previsto en un órgano como el de los jesuitas. La especialista considera que “cuanto menos haya que desmontar, mejor” puesto que siempre es preferible trabajar “in situ”. Las partes que necesitan una intervención más leve se repararán en el mismo coro de la iglesia.

La que se inicia ahora no es la primera restauración del órgano: en 1944 el Colegio San José y los antiguos alumnos ya encargaron a la Casa Alberdi de Barcelona una ligera restauración, que sólo duró tres meses. Ahora se ha previsto que los trabajos de recuperación se alarguen por un año.

Aprovechando la restauración de 1944, el órgano se desplazó al lado derecho del coro, dejando el centro del espacio que ocupaba hasta esa fecha. Su composición quedó similar a la original: Dos teclados manuales y pedalero; quince juegos originales con 788 tubos de madera, zinc y estaño.

La consola instalada por Palop es de construcción alemana, con unas pequeñas palancas de mecanismo neumático, colocadas sobre los teclados. Dicha consola también necesitará de algunas actuaciones, como explica Olivia Desmottes: “Cambiaremos las chapas de las teclas y repararemos toda la mecánica del teclado”.

El órgano quiere ser, tras su restauración y adaptación, una parte importante de la futura programación musical que pretende desarrollarse en la iglesia.

La intervención sobre el órgano de Pedro Palop tiene un coste superior a los 210.000 euros. Para afrontarla, la Fundación Pedro Arrupe de la Compañía de Jesús, responsable de la restauración de la Iglesia Jesuitas Valencia, pide la colaboración económica tanto de las instituciones públicas valencianas como de otras entidades privadas que ejercen el mecenazgo. También hace un llamamiento a los antiguos alumnos del Colegio San José, a los amantes del patrimonio valenciano así como a cualquier persona que frecuenta la Iglesia Jesuitas, tanto en su vertiente pastoral como cultural.

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