Moya decidirá su alcalde… por sorteo


OJOS DE MOYA | Socialistas y populares empatan a 41 votos lo que obliga a realizar un sorteo, según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General
La despoblación trae a las comarcas rurales situaciones, cuanto menos, curiosas. Y es que seguramente en ciudades o pueblos con más habitantes, las probabilidades de que dos candidatos alcancen exactamente el mismo número de votos son muy bajas. Pero en pueblos como los que salpican nuestra comarca, con poco de más 100 vecinos censados (y tal vecindario es multitud en muchos lugares), la probabilidad de empate se multiplica.

Y en ocasiones, como hoy, se hace real. Y es que el Ayuntamiento de Moya decidirá quién será su próximo alcalde… por sorteo. Y no es poca cosa, hablando de la “capital” de las tierras del Marquesado, donde las candidaturas socialista y popular han empatado a votos. 41 para cada partido (cabe destacar que la formación Ciudadanos ha cosechado 13 votos, insuficiente para alcanzar un concejal que podría desbloquear la situación)
¿Qué ocurre si se produce un empate a votos?
Tal como informan desde jovenesletrados.es, las elecciones aparecen reguladas por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, una norma que regula aspectos tales como la propaganda electoral, la publicidad de los partidos políticos o los delitos electorales (votar dos veces, por ejemplo). Pero esta norma también regula un curioso supuesto: el empate electoral.
Un empate electoral se produce cuando dos candidatos empatan a votos y coeficientes electorales, en tal caso, ¿a quién le corresponde el escaño?
La mencionada LOREG establece una curiosa solución: el sorteo. Como lo lees, se sorteará el escaño entre los candidatos que hubieran empatado.
Este sorteo consistirá en el lanzamiento de una moneda, eligiendo entre cara y cruz. El que gane el sorteo será el que se quede el escaño. En caso de que quedasen más escaños por repartir, y una vez realizado el sorteo anterior, los escaños se repartirán aleatoriamente.
Por ejemplo, supongamos que en un pequeño y único pueblo se tienen que elegir cinco concejales. Todos los partidos del pueblo son muy queridos por todos los habitantes del pueblo, por lo que acuden en masa el día de las elecciones.
Tras la celebración de elecciones, los resultados arrojan un resultado complicado: se han elegido 4 concejales. El concejal restante no se puede otorgar a un partido concreto, porque han empatado a votos.
Los ciudadanos y los políticos están preocupados, no saben que hacer. Pero la Ley Orgánica del Régimen Electoral General da la solución: se sorteará el escaño en empate, y después se atribuirán alternativamente.
Así, deciden lanzar una moneda al aire y dejando que sea el azar el que del puesto de concejal a uno u otro candidato.
De este modo, los candidatos a la alcaldía moyana tendrán que viajar a Cuenca donde la “moneda” decidirá los designios de la capital del Marquesado. Cosas de moyanos.
Bien dicen de sí mismos que son “únicos e irrepetibles”.

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