Cañete da la bienvenida a una nueva familia gracias al Proyecto Arraigo

El programa contra la despoblación continúa sumando vecinos en municipios como Cañete y Vega del Codorno, con 54 familias instaladas en Cuenca desde su puesta en marcha

El municipio de Cañete ha sumado recientemente una nueva familia gracias al Proyecto Arraigo, una iniciativa impulsada por la Diputación de Cuenca y financiada con 310.000 euros a través del Ministerio para el Reto Demográfico y los ayuntamientos implicados. En el mes de junio, dos nuevas familias se han incorporado a la vida rural conquense, una de ellas en Cañete y otra en Vega del Codorno, lo que supone la llegada de cinco nuevos habitantes.

Este programa, que ya ha permitido la instalación de 54 familias y 151 personas en la provincia de Cuenca, continúa demostrando su eficacia como herramienta de revitalización demográfica y social. Javier Cebrián, diputado provincial de Reto Demográfico, ha destacado que el proyecto “está ayudando a doblegar la curva” y acercando a la provincia a la simbólica cifra de 200.000 habitantes. Sin embargo, ha insistido en que lo más relevante no son los números, sino “el valor humano que representa cada familia que decide comenzar su proyecto de vida en nuestros pueblos”.

Un proyecto con impacto real

En el caso de Cañete, la llegada de esta familia supone un nuevo impulso para el día a día del municipio, que ve cómo se refuerzan tanto la convivencia como los servicios básicos, al tiempo que se dinamiza la economía local. Cebrián ha subrayado que la clave del éxito del Proyecto Arraigo reside en la colaboración institucional, que involucra a los Grupos de Desarrollo Rural, asociaciones locales, la Confederación de Empresarios y el respaldo normativo de la Ley Contra la Despoblación de Castilla-La Mancha.

Desde su implantación, el Proyecto Arraigo se ha extendido ya a más de 20 municipios conquenses, incluyendo localidades como Olmedilla de Alarcón, Beteta, Salvacañete, Saelices, El Provencio, Cardenete, Huete o Huerta del Marquesado. En todos ellos, el objetivo es claro: generar oportunidades, fijar población y recuperar la vitalidad del entorno rural.

Un modelo que da esperanza

“Cada persona es un proyecto vital que enriquece y dinamiza nuestros pueblos”, ha afirmado Cebrián, quien ha reafirmado el compromiso de la Diputación con políticas activas y eficaces que conviertan a la provincia en un territorio acogedor para quienes deciden empezar de nuevo lejos de la ciudad.

 

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