Cohousing: La alternativa a las residencias de ancianos que gustará a nuestros abuelos
OJOS DE MOYA | A través de cooperativas, la tercera
edad se organiza para construir casas con servicios sanitarios y actividades
con la intención de envejecer en común y evitar ser una carga para los seres
queridos
Todo el mundo se
pregunta cómo pasará sus últimos días; si serán felices, aburridos o
solitarios. Hay quienes, tras cuestionárselo, actuaron para evitar pretéritos
oscuros. Llegar a la tercera edad en una gran ciudad puede ser complicado,
mientras que en un pueblo las necesidades básicas se vuelven tediosas una vez
que el cuerpo empieza a fallar y se depende de terceras personas.
Tal como explica el
diario Público, el norte de Europa generó alternativas ya en los años ochenta
que poco a poco han ido bajando hasta España. El anglicismo de moda para este
movimiento es el de cohousing y se basa en la compra de terrenos en los que
construir casas y zonas comunes, así como servicios médicos y cocina para que
la gente se mueva a este tipo de comunidades pequeñas, autogestionadas, donde
poder ser atendidos y envejecer en común.
El modelo
cooperativista, cada vez más común en negocios nacionales, puede ayudar a vivir
una apacible tercera edad, alejada del silencio y el olvido. Paco Romero, de
Lógica Eco, ayuda a organizar este tipo de iniciativas desde un punto de vista
ecologista y cree que lo que lleva a la gente a lanzarse a estos proyectos es
el temor a la soledad: "Estas personas tienen miedo a la enfermedad y a la
dependencia, no quieren ser una carga para sus hijos", declara.
No es fácil entrar en el
sexenio y empezar a organizar un proyecto de este calibre. "Es complicado
para los mayores verse de golpe convertidos en promotores. La cooperativa es la
dueña de las instalaciones y los cede en usufructo indefinido. Cuando el
inquilino fallece, el dinero que puso para la construcción lo recuperan sus
herederos, pero no la casa, que se la queda la cooperativa. El que quiera
entrar a vivir tendrá que aportar de nuevo esa cantidad de dinero",
explica Romero.
40.000 metros cuadrados en Cuenca
En Cuenca también viven
su propio proceso de cohousing. Más concretamente, en Horcajo, a 100 kilómetros
de la capital madrileña. "Inicialmente queríamos instalarnos en Madrid,
pero nuestra gestión arrancó durante el auge de la burbuja inmobiliaria y eran precios
prohibitivos. Tenemos un solar de 40.000 metros cuadrados que es impensable
allí. Tenemos 68 apartamentos y una capacidad máxima de unas 120
personas", cuenta Ernesto Cabello, presidente de la Asociación Convivir.
"Nuestro modelo es
similar al de Trabensol, pero ellos construyeron todos los apartamentos iguales
y nosotros tenemos más variedad. Hay apartamentos de dos habitaciones, estudios
o dos habitaciones independientes, así que el precio de inversión va desde
90.000 a 145.000 euros. Entre los servicios hay salón de actos, enfermería,
sala de terapia, sala de reuniones... Esto no es como una residencia
convencional; como muchos de nosotros estamos bastante bien físicamente, no
estamos siempre aquí. Yo a veces me voy a pasar una semana con mis hijos o a la
playa con mis amigos", cuenta Cabello. | LEER NOTICIA COMPLETA |