Tiempo de trufas en la comarca


OJOS DE MOYA | Salvacañete celebra del 25 al 27 de enero su I Foro de Truficultura
© Mariano López Marín – Cronista Oficial de Salvacañete |Han llegado los primeros fríos y las primeras heladas a Salvacañete y las antiguas Tierras del Marquesado de Moya. Estamos a diez de enero y esta semana tenemos en nuestra zona temperaturas de varios grados bajo cero. Ya ha comenzado la temporada de recolección de la trufa en estas tierras de la Serranía de Cuenca que inicia su andadura a primeros de diciembre hasta el mes de marzo.

La recolección de este hongo y suculento manjar tiene para mí recuerdos entrañables. Mi padre, Mariano López Marín, fue recolector de trufas o “trufero” como le gustaba llamarse durante 45 años, desde 1963 hasta el año 2008, un año antes de fallecer con 86 años. Fue un gran trufero y un experto entrenador de perros para buscar la trufa. Todos los perros le servían y tenía gran paciencia para enseñarlos para que aprendiesen a buscarlas por el olfato, incluso enseñó perros para otros. Conmigo compartió sus experiencias e incluso fui con él varias veces a buscar al carrascal de Cañigralejo o al Vallejo del Morrón, ambos parajes cercanos a Salvacañete.
Cada vez que viajábamos te hablaba de lugares que había recorrido durante tantos años desde la Serranía Alta de Cuenca hasta tierras de la Sierra Baja de Cuenca y lugares de la comarca Utiel –Requena e incluso de la Sierra de Albarracín y zonas próximas a Salvacañete como Veguillas de Sierra o Vallanca. Se conocía todos los caminos que conducían a los carrascales donde estaba este hongo, caminos que recorrió infinidad de veces con la compañía inseparable de sus perros, de su morral con la comida para él y sus animales y el puñal para extraer el preciado hongo, una vez marcado por el perro.
Cuando falleció hace nueve años (27-10-2009) sus fieles amigos quedaron huérfanos de alguien como mi padre que iba dos veces al día a visitarlos. Su hermano Félix López Marín se encargó de ellos durante un tiempo. Una perra murió al poco tiempo, tal vez de pena, y las otras dos las regalamos; una a un primo nuestro y buscador también de trufas, Ángel García Jiménez, y la otra a la escuela de Capataces Forestales de Teruel donde la han utilizado durante algún tiempo para enseñar a los alumnos a buscar este hongo tan apreciado.
El mejor regalo que le podíamos hacer a mi padre era que esas perras con las que había convivido muchos años siguieran   ejerciendo esa labor de búsqueda. Allí donde estuviese él disfrutaría viendo que su labor no había quedado en vano y que se proseguía, sin su presencia física, pero si con sus magistrales enseñanzas
Este trabajo va dedicado de forma especial a él y a mi tío Miguel López Marín que lo acompaño durante toda su vida a buscar trufas. El día que murió mi tío (27-11-2006) mi padre estaba buscando trufas en Cañigralejo.  Terminaba de llegar al monte. También lo quiero dedicar a los truferos salvacañeteros que formaron cuadrilla con mi padre y que trabajaron muchos años juntos. Eugenio García Requena, el tío Casto el Resinero, los hermanos Doroteo y Gregorio Sanz Díaz y Feliciano García y Enrique Yuste Posteriormente se unieron, cuando sus padres se retiraron, Carlos Sanz hijo de Doroteo y Alberto García, hijo de Feliciano. Mi primo e hijo de Eugenio García Requena, Ángel García Giménez también lleva muchos años recogiendo trufas en nuestra zona y en pueblos de la Serranía de Cuenca, Tiene una pequeña plantación de carrascas truferas. Otro que también busca trufas es Andrés Soriano Marín, yerno de Gregorio Sanz. Todos ellos naturales de Salvacañete.

Fueron 45 años de convivencia con la naturaleza, con gentes de nuestras tierras y de comarcas limítrofes, con gentes de Sarrión y El Toro (Teruel) y de Morella (Castellón). Y sobre todo de convivencia y trabajo con su cuadrilla con la que compartió esfuerzos físicos y económicos, viajes, noches en vela en el mercado semanal de Rubielos de Mora, muchos días fuera de casa, negociaciones con ayuntamientos y particulares para ajustar los aprovechamientos de los montes y muchas reuniones en nuestra casa para juntarse con su cuadrilla y repartir ganancias o pérdidas cada semana, que de todo hubo. Y siempre tratando de ser mediador entre todos porque mi padre era un hombre muy trabajador y una excelente persona. Y así lo demostró toda su vida en la que continuamente ofrecía su trabajo y su buen hacer al servicio de las gentes de Salvacañete y sus aldeas y de todos los lugares que visitó en estos 45 años buscando trufas.
Cuando pasó por esos lugares donde él siempre iba  me traen a la mente  muchos  años de esfuerzo y de entrega, de viajes continuos a las zonas donde se criaban las trufas, al mercado semanal de la estación de Rubielos de Mora, a pujar en las subastas de aprovechamiento de trufas  que hacían y siguen haciendo los ayuntamientos ,a buscar nuevos lugares donde poderlas  buscar , al olor  característico que dejaban en toda nuestra casa las trufas  recién cogidas, a conversaciones familiares  y entre truferos sobre el tema, a días de frío ,hielos  y nieve , a los sufrimientos de mi madre cuando mi padre  no llegaba a determinada hora en época de recogida de trufas y a tantos y tantos recuerdos de  cuarenta y cinco años de dedicación intensa a esta labor de recogida de trufas en Salvacañete y en las comarcas próximas.
Hoy muchos de esos lugares donde se criaban trufas ya no tienen por distintas circunstancias: sobreexplotación de las truferas, el jabalí que se las come y el tiempo que no acompaña muchos años por no llover el momento adecuado, meses de verano y principios del otoño. Las plantaciones que se hicieron hace años en Salvacañete comienzan a producir sus primeras trufas. Hace unos días cogía unas poquitas, menos de un kilo un amigo de Salvacañete en una plantación cercana al pueblo y otros ya han cogido alguna también, pero cantidades pequeñas. Se están haciendo nuevas plantaciones con carrascas micronizadas con el hongo de la trufa, pero estas plantaciones no comienzan a dar sus frutos hasta diez años o más. La truficultura está arraigando en Salvacañete y otros pueblos de la Serranía de Cuenca.
Por este motivo el año 2017 se celebró en Salvacañete la I FERIA DE LA TRUFA que fue un completo éxito y este año 2019, desde el 25 la 27 de enero se va a celebrar también en Salvacañete el I FORO DE TRUFICULTURA con conferencias, Master Class de cocinado de platos con trufa, zona gastronómica para degustaciones de tapas con trufa, zona expositiva con empresas dedicadas al mundo de la truficultura y actividades lúdicas y festivas. Estarán presentes los famosos cocineros Hermanos Torres y nuestro famoso Chef Sergio Cócera Yuste que actuarán de jurados para entregar los premios a las mejores tapas. | LEER ARTÍCULO COMPLETO |


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