Castilla-La Mancha declara la emergencia sanitaria por lengua azul y activa una vacunación masiva
La Junta adquiere de urgencia 700.000 dosis para frenar el avance del serotipo 3, el más virulento y con mayor presencia en la región.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de
Castilla-La Mancha ha declarado oficialmente la emergencia sanitaria por
lengua azul, una enfermedad vírica que afecta a los rumiantes y que tiene
especial incidencia en el ganado ovino. El serotipo 3, el más agresivo,
se ha detectado en 110 de las 115 explotaciones afectadas en la región,
localizadas principalmente en las provincias de Toledo, Ciudad Real y
Albacete.
El consejero del ramo, Julián Martínez Lizán, ha anunciado la medida
en rueda de prensa, destacando que responde a la preocupación creciente del
sector ganadero y al aumento de casos en las últimas semanas.
Vacunas disponibles en
octubre
El Ejecutivo regional ha aprobado la compra urgente de 700.000 dosis,
con un coste de 850.000 euros financiados con fondos propios de la Junta,
que estarán disponibles a partir de los primeros días de octubre. La
campaña de vacunación se dirigirá a toda la cabaña de rumiantes, coordinada por
los servicios veterinarios oficiales, las Asociaciones de Defensa
Sanitaria (ADS) y los veterinarios privados.
El objetivo es alcanzar una cobertura vacunal del 60-70 % del censo
ganadero, lo que permitiría lograr una inmunidad de rebaño eficaz.
Actualmente, solo un 10 % del ganado ovino está vacunado frente al
serotipo 3, unas 250.000 ovejas, por lo que la meta es superar el millón
de cabezas protegidas.
Compensación a los
ganaderos
Martínez Lizán ha subrayado que se tendrá en cuenta a los ganaderos que
vacunaron voluntariamente antes de la emergencia, a quienes se compensará
por una cuestión de “justicia”. Además, ya se están abonando los cuatro
millones de euros en ayudas correspondientes al ejercicio 2024 para las
explotaciones afectadas por las restricciones de movimiento.
Críticas a la falta de
una estrategia nacional
El consejero ha lamentado la ausencia de un plan nacional obligatorio de
vacunación, que, en su opinión, ha favorecido la propagación del virus. Ha
recordado que el Ministerio de Agricultura optó por la voluntariedad el
año pasado, presionado por comunidades gobernadas por el Partido Popular y por
parte del sector, una decisión que considera “un error” que ha derivado en la
actual emergencia.
Castilla-La Mancha seguirá adelante con su plan de vacunación masiva,
en línea con otras comunidades vecinas que también han activado protocolos
similares. “Solo si actuamos rápido y con unidad seremos capaces de frenar
el avance de la enfermedad”, ha concluido Lizán.