Desaparece el 20% de los gorriones en España desde el año 2000
Aunque la población se estabiliza en la última década, los expertos advierten de que su declive sigue reflejando una degradación del entorno urbano
Una de las aves más
emblemáticas de nuestros pueblos y ciudades, el gorrión común, ha sufrido una
merma drástica en su población en lo que llevamos de siglo. Según los datos más recientes recogidos en los Atlas de Aves Reproductoras
elaborados por SEO/BirdLife, se calcula que actualmente viven en España unos 30
millones de gorriones, pero desde finales de los años noventa se han perdido
entre 6 y 7 millones de ejemplares, lo que equivale a una caída del 20%.
Una especie vinculada
a la vida urbana.
En el Día Mundial del
Gorrión, que se celebra cada 20 de marzo, SEO/BirdLife ha querido poner el foco
en este declive silencioso que afecta a una especie íntimamente ligada a
nuestras rutinas cotidianas. “El descenso del gorrión no solo implica un
empobrecimiento de la biodiversidad, sino que representa una señal clara del
deterioro de la calidad ambiental en nuestras ciudades”, ha subrayado Asunción
Ruiz, directora ejecutiva de la organización conservacionista.
La ONG confirma que en
los últimos diez años se ha producido cierta estabilización en el número de
ejemplares, pero alerta de que no puede interpretarse como una recuperación
real. De hecho, recuerda que la pérdida sufrida desde el cambio de siglo
continúa siendo muy significativa y que muchos de los factores de amenaza
persisten.
Un entorno urbano cada
vez más hostil
El retroceso del
gorrión común se interpreta como un síntoma del progresivo deterioro del
hábitat urbano. Factores como la contaminación atmosférica, la desaparición de
zonas verdes, el uso intensivo de pavimento y la renovación arquitectónica sin
criterios ambientales han convertido las ciudades en espacios difíciles para la
supervivencia de muchas especies.
Los principales
motivos de alarma incluyen la pérdida de lugares donde anidar, ya que las
nuevas construcciones y reformas no contemplan huecos en cornisas y tejados; la
mala calidad del aire, que afecta su sistema respiratorio; la escasez de
vegetación urbana, que reduce las fuentes de alimento, especialmente de
insectos; el impacto del cambio climático, con veranos cada vez más secos y sin
agua disponible; y la proliferación de gatos sin control, que ejercen una
fuerte presión sobre las pequeñas aves.
Replantear las
ciudades para que vuelvan los gorriones
Desde SEO/BirdLife
insisten en la necesidad de repensar el modelo urbano, no solo por el bien de
la biodiversidad, sino también por la salud y el bienestar de las personas.
Propongan una batería de medidas que ayudarían a revertir esta situación:
aumentar la presencia de vegetación y corredores verdes, fomentar cubiertas
vegetales en tejados y fachadas, instalar cajas nido en edificios, reducir el
uso de pesticidas y limitar el tráfico contaminante en los centros urbanos.
Solo con un entorno
más amable y accesible para la fauna, sostienen, se podrá frenar de forma
duradera el declive del gorrión común y de tantas otras especies que, como él,
conviven con nosotros desde hace siglos.