La Endiablada de Almonacid del Marquesado aspira a convertirse en Patrimonio Cultural de la Humanidad
Los diablos y las danzantas han
tomado las calles de Almonacid del Marquesado para celebrar su fiesta más
popular: La Endiablada.
El presidente de la diputación y
alcalde del municipio, Álvaro Martínez Chana, ha presidido los festejos donde
los diablos han hecho sonar sus cencerros con fuerza en honor a la Virgen de la
Candelaria.
Junto al alcalde y resto de
corporación municipal han participado la delegada de Igualdad, Ana Eloisa
Olmeda; la diputada regional y alcaldesa de Saelices, Paloma Jiménez; los
diputados, Javier Cebrián, Mayte Megía, José Luis Gómez y Eva García, la
coordinadora de Cultura, Yolanda Rozalén; y alcaldes como la de Belmonte,
Cristina Delgado; y el de Villamayor de Santiago, Jesús Fernández.
Una de las tradiciones más
antiguas de España que busca ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad y que es una cita imprescindible en el calendario cultural de Cuenca.
La Virgen de la Candelaria ha
recorrido por la mañana las calles al son del sonido de los cencerros y bajo
los bailes de sus danzantas que han protagonizado sus emotivos dichos.
Por la tarde, los diablos le han lavado la cara a San Blas mientras su danza hacía retumbar la iglesia y las danzantas cambiaban las castañuelas por el paloteo.
Una jornada festiva que tendrá
continuidad el día con protagonismo para San Blas.
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