Nuevo paso para la rehabilitación del balneario de Yémeda como hospedería
OJOS DE MOYA | Diputación y Ayuntamiento firman el
convenio de desarrollo institucional del proyecto
La Diputación de Cuenca
ha dado un nuevo paso hacia la conclusión de la rehabilitación del balneario de
Yémeda como hospedería, proyecto que inició hace ya más de tres años.
Y lo ha hecho esta
semana con la rúbrica del convenio de colaboración, por parte del presidente de
la institución provincial, Benjamín Prieto, y el alcalde de la localidad
serrana, Manuel Martínez, por el que el Consistorio se hace cargo de los costes
de redacción del proyecto, mientras que la Diputación asume la contratación,
ejecución y dirección técnica de la tercera y última fase de rehabilitación por
importe cercano a los 1,9 millones de euros, que cofinancia con fondos
comunitarios del Programa Operativo FEDER de Castilla-La Mancha 2014-2020.
Un nuevo paso que da
continuidad a las dos fases anteriores acometidas por el Ayuntamiento, que
fueron financiadas íntegramente por la institución provincial con una inversión
cercana al millón de euros.
Prieto no ha dudado en
resaltar la importancia que tiene para esta zona de La Serranía Baja de Cuenca
la recuperación y reapertura de este balneario, después de que cerrara sus
puertas en 1978 tras cien años de andadura. Una oportunidad de empleo y riqueza
para el territorio que, según ha recordado, se verá reforzada con el proyecto
de rehabilitación de estaciones de tren ¿Serranía en vía', en el que lleva
trabajando la Diputación desde hace más de tres años.
Iniciativas éstas que en
su conjunto no tienen otro objetivo que dinamizar la actividad económica de
esta zona de la provincia, poniendo en valor el patrimonio y los recursos ya
existentes en el territorio para hacerlo más atractivo y reforzarlo como
destino turístico. Y es que, según ha dicho, no se puede obviar el gran
potencial turístico de esta zona con enclaves como Las Chorreras, las Hoces del
Cabriel, municipios como Cardenete o Carboneras de Guadazaón o las pinturas
rupestres de Villar del Humo, Patrimonio de la Humanidad desde 1998.
De ahí, tal y como ha
subrayado Prieto, la apuesta de la Diputación por estos proyectos, que, en el caso
del balneario de Yémeda, tiene como objetivo, una vez se ponga en marcha, que
pase a formar parte de esa red provincial de hospederías, en la que lleva
trabajando la institución provincial en los últimos años con destinos como
Huete, San Clemente, Uña o Moya. No es de extrañar, por lo tanto, que haya
querido agradecer el esfuerzo que está realizando el Ayuntamiento de Yémeda por
hacer realidad esta iniciativa y, a pesar de su pequeño tamaño y escasez de
presupuestos, se está haciendo cargo del coste de la redacción de los
proyectos; todo ello porque tiene puestas sus esperanzas en que este proyecto
sea el revulsivo definitivo para su pueblo y la comarca.
El alcalde de Yémeda,
por su parte, no ha escatimado en elogios hacia la Diputación y su presidente, Benjamín
Prieto, por esta firme apuesta por la rehabilitación y puesta en valor del
patrimonio de la provincia como una oportunidad más de generación de riqueza y
empleo en el territorio y una manera de contribuir a afianzar población en el
medio rural y combatir el terrible fenómeno de la despoblación. Es por ello que
ha asegurado no entender la postura de otros partidos políticos en contra de
esta inversión en el patrimonio como un instrumento real y eficaz para la
dinamización económica de la provincia.
Futuro balneario
En un entorno
completamente natural y en un paraje de un valor excepcional, junto al río
Guadazaón y un kilómetro de Yémeda, se encuentra este balneario, que fue
construido en el siglo XIX en torno a una fuente mineral conocido con el nombre
de Fuente Podrida, de la cual brotan aguas sulfurosas con múltiples valores
terapéuticos. Hasta 1978 y durante un siglo, este balneario estuvo en
funcionamiento, con sus ocho baños individuales y sus 32 habitaciones
operativas, llegando a alcanzar fama internacional hasta el punto de que sus
aguas recibieron un premio internacional en la Exposición Universal de París de
1878.
Con esta tercera y
última fase, que llevará a cabo la propia Diputación, el balneario está
previsto que cuente con entre 47 y 50 habitantes, suites incluidas para la zona
del hotel y el torreón, un restaurante con un gran salón y una zona termal con
múltiples servicios que demanda actualmente un centro de estas características;
todo ello rodeado de terrazas y otros espacios para el disfrute del usuario y
dotándolo de un acceso adecuado del que hasta ahora carecía.
Un ambicioso proyecto
que Prieto espera sea una realidad cuanto antes, sobre todo, por el beneficio
que conlleva no solo para esta comarca, sino también para la provincia en
general. De ahí que confíe en que pronto se saque a licitación esta tercera y
última fase con el fin de proseguir con estas obras lo antes posible.