"La llevó a su pueblo de Santa Cruz de Moya pero la imagen volvía a su sitio"

OJOS DE MOYA | Ante el inicio inminente de las Fiestas Gordas en la localidad valenciana de Aras de los Olmos, recordamos la leyenda de Santa Catalina
Cuenta la tradición que un pastor llamado Marcos, natural de Santa Cruz de Moya en Cuenca, apacentando el ganado fue a beber agua a la fuente que existe contigua al Santuario y vio que había una pequeña imagen. Se la llevó a su casa del pueblo de Santa Cruz y por la mañana vio que la imagen se encontraba en el lugar del día anterior.
La llevó por segunda vez a su domicilio, la cerró en un arca y se acostó a dormir aquella noche sobre ella; pero a la mañana siguiente le sucedió lo mismo. Visto este misterio por el pastor, lo puso en conocimiento del Cura de Santa Cruz y los dos juntos acudieron al sitio que había aparecido y la encontraron en el mismo y por tercera vez se la llevaron a Santa Cruz, colocándola en la iglesia, y al día siguiente por la mañana había desaparecido.
Acudieron al mismo lugar y la hallaron allí por tercera vez con lo que dieron la noticia a las autoridades. Estas organizaron una solemne procesión, trasladando la santa imagen a la iglesia parroquial para edificar una ermita en el lugar de su hallazgo; y habiéndose retardado en construirla, la Santa Imagen se volvió a su primer sitio, demostrando querer ser venerada en el lugar de su aparición.
Así narra la leyenda la aparición de Santa Catalina, patrona de Aras de los Olmos, en Valencia, que tiene residencia en el Cerro que desde ese momento lleva su nombre y donde los devotos serranos le edificaron una bella ermita.
El próximo domingo, 31 de julio, esta localidad del Alto Turia bajará a su patrona hasta el corazón del pueblo para iniciar la cuenta atrás de sus Fiestas Gordas, que, como en los septenarios de Moya, cada siete años suponen un acontecimiento por todo lo alto.
Sirvan estas líneas de homenaje a aquel pastorcillo de Santa Cruz de Moya, que sirvió de "peón" para iniciar tan grande historia.

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