Recta final en la reconstrucción del puente de Landete
La infraestructura, con una inversión de 2,8 millones de euros, estará terminada en dos meses y contará con un tablero de 35 metros de luz y 12 de ancho
El puente de
la carretera CM-215 a su paso por Landete
(Cuenca) encara su recta final de reconstrucción tras los
graves daños ocasionados por la DANA del año
pasado, y en los próximos días se procederá al hormigonado de la losa del tablero, una de las
últimas fases de la obra.
Así lo ha
confirmado el director general de Carreteras,
David Merino, durante su visita al municipio junto con la delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles López,
el alcalde de Landete, Marciano Turégano, miembros de
la corporación municipal y la delegada
provincial de Fomento, Ana Ponce.
Merino ha
subrayado la importancia estratégica de esta actuación, que
permitirá restablecer la conexión segura por una vía esencial para la Serranía
Baja conquense. “Estamos ya en una fase muy avanzada de la obra, prácticamente
al final”, ha señalado. “En los próximos días se hormigonará la losa del
tablero, después de que hace apenas diez días se dispusieran las cinco vigas
principales que lo conforman. Una vez realizado este paso, se instalarán los
remates y elementos de acabado”.
El nuevo
puente contará con una luz de más de
35 metros entre apoyos y una anchura
de plataforma cercana a los doce metros, lo que permitirá
mejorar la seguridad y la capacidad de paso de vehículos.
La inversión
total asciende a 2,8 millones de euros,
financiados por el Gobierno de
Castilla-La Mancha, que incluyó esta intervención entre las obras de emergencia aprobadas para reparar las
infraestructuras afectadas por la DANA.
Merino ha
destacado que el puente “estará completamente terminado y en servicio en un
plazo aproximado de dos meses”, de modo que los vecinos de Landete y los
usuarios de esta carretera “podrán volver a transitar con total normalidad y
seguridad”.
La
reconstrucción de esta infraestructura no solo restablece una conexión clave para el transporte y la actividad local,
sino que también simboliza la recuperación progresiva de una comarca duramente
golpeada por las inclemencias meteorológicas del pasado año.