Los pueblos del Valle del Cabriel aportan su visión al futuro de la Reserva
Vecinos y vecinas de Cañada del Hoyo, Salinas del Manzano y Tejadillos comparten ideas y propuestas para un territorio más vivo, sostenible y conectado con su identidad
La Reserva de
la Biosfera Valle del Cabriel continúa desarrollando encuentros participativos
en distintos municipios del territorio, con el objetivo de elaborar un Plan de Gestión que refleje la visión y las
necesidades de sus habitantes. Estas actividades, centradas en la
sostenibilidad, la conservación del patrimonio y la mejora de la calidad de
vida rural, están logrando una implicación activa de la población local.
En Salinas del Manzano, las aportaciones se enfocaron
en la recuperación del patrimonio histórico y natural,
como las antiguas salinas, los muretes de piedra, los sistemas de riego, el
castillo o la ermita. También se propuso la promoción
de rutas de senderismo, el mantenimiento
del paisaje y la biodiversidad, y el fortalecimiento de la comunicación entre municipios para fomentar la
cooperación y la participación ciudadana.
Tejadillos y la fuerza del patrimonio rural
En el municipio de Tejadillos,
las propuestas se orientaron hacia el fomento del
voluntariado ambiental y la formación
en sostenibilidad, el apoyo a la ganadería
extensiva y la economía
circular, así como la promoción del
turismo respetuoso y las ferias
de artesanía local. También se destacó la necesidad de recuperar infraestructuras tradicionales —como
molinos, tejerías, hornos y refugios— y de impulsar una gestión forestal sostenible que genere sinergias
entre proyectos del territorio.
Cañada del Hoyo se suma al proceso participativo
El pasado sábado fue el turno de Cañada del
Hoyo, donde vecinos y vecinas reflexionaron sobre las fortalezas y retos del municipio. Entre las
principales ideas surgidas destacaron la revalorización
de las tradiciones locales, como la entrada de moros y
cristianos, la recuperación de fuentes y
elementos patrimoniales —como la fuente del Ardal o el puente
romano— y la mejora de servicios básicos
en el entorno rural, desde el transporte hasta el acceso a un cajero
automático.
Los
participantes también subrayaron la importancia de apoyar
la ganadería extensiva, gestionar de
forma sostenible el agua y promover
la educación ambiental, reforzando el vínculo entre las
generaciones más jóvenes y su entorno natural. Tras la dinámica, el encuentro
concluyó con un desayuno de productos locales —miel, pan, aceite y embutidos— y
una visita al puente romano, uno de los tesoros ocultos del municipio.
Un territorio que se construye desde sus gentes
Estas iniciativas forman parte de un proceso más amplio impulsado por la Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel,
reconocida por la UNESCO, que busca integrar la participación ciudadana en la
gestión de su extenso territorio. Gracias a la colaboración de vecinos,
ayuntamientos y entidades locales, se avanza en la creación de un modelo de desarrollo rural sostenible, participativo y arraigado
en la identidad del Valle del Cabriel, donde la naturaleza, el
patrimonio y las personas forman un todo indivisible.
 





