Uña recupera la estación maderera de la Serranía de Cuenca
La asociación naturalista Esparvel, el Ayuntamiento
de Uña y Prodese (Asociación Promoción y Desarrollo Serrano) han recuperado la
estación de descarga donde llegaban los pinos procedentes del cable forestal
que estuvo instalado en el municipio. Se trataba de una estructura industrial
que entró en funcionamiento en 1923 impulsado por Jorge Torner, padre de
Gustavo Torner. Con una longitud superior a un kilómetro, salvaba un desnivel
superior a los 200 metros para bajar por el aire los troncos desde la Muela de
la Madera hasta los alrededores de la laguna.
La intención es recuperar un elemento singular del
patrimonio industrial de la comarca serrana para que sirva de reclamo turístico
y ponga en valor el pasado y las actividades que se desarrollaron en estas
tierras. Miguel Ángel Guerra, miembro de Esparvel, ha precisado que durante más
de un año se ha trabajado en reconstruir la estación de descarga con las
escasas referencias bibligráficas a las que se ha tenido acceso. «Ya no queda
ninguna persona con vida que lo haya visto en pie y por tanto no hemos tenido
la posibilidad de que alguien nos diga cómo era. Lo que es cierto es que se
trata de un elemento singular y destacado de la economía conquense, vinculado a
la madera que tantos jornales ha dado en esta zona. Tuvo mucha importancia en
su día».
La intención es inaugurar próximamente las
instalaciones que contarán con cuatro paneles informativos de 2×1 metros en los
que se explicarça qué era y para qué servía este ingenio. «La madera era
transportada desde lo alto de la Sierra a Uña mediante el cable y cuando
llegaba era depositada en el Júcar para bajarla hasta Villalba de la Sierra. Es
posile que este recorrido luego se hiciese en camión».
El cable forestal ha estado tan vinculado a la localidad que Guerra asegura que ha estado incluso asociado al imaginario colectivo. «Fue algo muy importante aquí. La gente incluso metía miedo a los más pequeños diciendo que los iban a mandar al foso de cable. Y es que había un agujero de siete metros de profundidad, aproximadamente, que hemos limpiado».
La estación de descarga tiene una longitud
aproximada de 40 metros y permite iniciar la recuperación de un proyecto único
que contó con el apoyo del Estado para crear una ‘vía de saca aérea’. Su
continuidad dependería de una segunda fase que contemplase la torreta superior
y tender el cable en su trazado original inicial.