Así roban el agua en los acuíferos de Cuenca
Los
agricultores dieron la voz de alarma en un acuífero de Iniesta, Cuenca. Cada
vez tenían menos presión, menos agua, más barro y piedras por sus tuberías y
gomas. Un agricultor destapa para los agentes del Seprona un sistema de riego
escondido bajo tierra, tal y como se ve en el vídeo de la parte superior. El
agua proviene de un pozo manipulado con un imán. Lo colocan en la parte de
metal de la tubería para bloquear el contador de agua. Los agentes tienen más
dificultades para saber cuántos litros de agua se han utilizado, pero al final
consiguen, no solo descubrir el engaño, sino que proceden a informar a la
Confederación Hidrográfica del Júcar y sancionar.
Estos
robos de agua no sólo perjudican al medioambiente, sino que usurpan el agua del
resto de los agricultores . En esta operación, los investigadores han
solicitado 14 órdenes judiciales para acceder a todos los pozos a la vez, la
mayoría estaban cerrados y manipulados. Con las imágenes de dron detectan
humedades en toda la extensión del acuífero y mapean con precisión las posibles
incidencias e infracciones.
En
este caso los delincuentes han invertido mucho dinero para robar el agua, para
soterrar más de 7.000 hectáreas hace falta mucha mano de obra y material. Cavan
zanjas de 50 centímetros y entierran los conductos de agua.
Las
sanciones son cuantiosas, impedir la inspección de un pozo supone 7.000 euros
de multa, la detección de un imán 70.000, pero hay quien lo paga sin recurrir
la sanción, las pagan al contado por pronto pago. Les compensa sabedores de que
trafican con el futuro sostenible del resto de los agricultores. El petróleo ya
no es el oro líquido que todos quieren.
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