Tramperos tratan de impedir que la colonia de mapaches prolifere en la Serranía de Cuenca
El mapache es una especie exótica invasora, muy
agresiva, que tiene un importante impacto en el medio ambiente y en especies
autóctonas por su capacidad reproductora, por lo que se va a poner en marcha un
plan para su control en el entorno del río Tajo, aguas arriba y aguas abajo de
Madrid, que es el foco de expansión.
El plan, que va a ser desarrollado conjuntamente por
Castilla-La Mancha, por Madrid y por el Ministerio para la Transición Ecológica
y el Reto Demográfico (Miteco), se pondrá en marcha en enero y tendrá como eje
el Tajo, que es utilizado por esta especie invasora como corredor de
dispersión, según ha explicado a Efe el jefe del Servicio de Espacios Naturales
de la Consejería de Desarrollo Sostenible, Antonio Aranda.
Los objetivos serán determinar hasta dónde ha
llegado esta especie y tratar de controlar sus poblaciones, ya que el mapache
tiene una importante capacidad reproductora, con un gran número de crías (hasta
cuatro) por parto, e incluso puede tener hasta dos camadas en un año.
A su vez, cada una de las crías puede reproducirse
al año siguiente, lo que posibilita un crecimiento exponencial de ejemplares de
la especie si encuentran un hábitat adecuado, en este caso el Tajo y algunos de
sus afluentes, ha apuntado Aranda, que ha señalado que «en el entorno de los
ríos es donde se están produciendo las mayores concentraciones de especies
exóticas invasoras».
Aranda ha precisado que el plan va a desarrollarse
en las zonas en que han sido detectados ejemplares de mapache, de forma que
Castilla-La Mancha se encargará de aplicarlo en las provincias de Guadalajara y
Cuenca, la Comunidad de Madrid en su territorio y el Ministerio aguas abajo de
Aranjuez, hasta Talavera de la Reina (Toledo), donde también se ha detectado la
presencia de algún ejemplar.
Para ejecutarlo, cada una de las tres
administraciones va a tener trabajando al menos a una patrulla de tramperos,
integradas por especialistas en trampear animales, que van a intentar capturar
mapaches con trampas específicas con el fin de sacarlos del medio natural e
impedir que la especie siga expandiéndose.
Además, también capturarán ejemplares de otras dos
especies exóticas invasoras que pueden estar en el entorno del Tajo, como son
el perro mapache y el visón americano, ha avanzado Aranda.
La presencia del mapache en el medio natural tiene
su origen en los ejemplares que se trajeron como mascotas cuando aún no estaba
catalogada como especie exótica invasora (hace más de 20 años), y que después
fueron liberados por sus propietarios, porque en realidad no es un animal de
compañía para tener en casa, sino que es «desagradable y agresivo».
El origen de los mapaches que están en la zona del
Tajo es Madrid, ya que las grandes ciudades son el foco de expansión de estas
especies. Así, se tiene constancia de que en 2003 ya había mapaches sueltos en
el entorno de la capital de España, desde donde después pasaron a Castilla-La
Mancha.
El mapache es un animal que se va expansionando a
través de la cría de un gran número de ejemplares y que utiliza los cauces
fluviales como corredor de dispersión para ir colonizando otros territorios, ha
detallado el jefe del Servicio de Espacios Naturales de la Consejería de
Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha.
Asimismo, ha señalado que el proceso de dispersión
de la especie se inicia en individuos jóvenes, sobre todo machos, que buscan un
territorio en el que asentarse. Por este motivo, el primer objetivo del plan de
control es conocer si ya hay poblaciones asentadas o si los animales que han
sido avistados en las diferentes zonas son ejemplares jóvenes en dispersión,
que aún no se han llegado a establecerse en el territorio.
En el proceso de expansión, el mapache compite por
el territorio con otras especies de mesopredadores (predadores medianos)
autóctonos como tejones, nutrias, turones o garduñas.
Esta competencia por el espacio puede provocar la
desaparición de especies autóctonas, como de hecho ya ha ocurrido con el desmán
de los Pirineos, una especie que ya estaba muy amenazada y a la que la
presencia de exóticas «ha supuesto la puntilla», ha asegurado Aranda.
El desmán de los Pirineos ha desparecido
prácticamente de todo el Sistema Central, en el que estaba presente, y ahora
solo queda algún pequeño reducto en alguna garganta de Gredos, ha apuntado el
jefe del Servicio de Espacios Naturales.
Es un ejemplo de lo que puede ocurrir con las
especies invasoras en el medio ambiente, porque hay un conjunto que está
predando sobre autóctonas amenazadas como galápagos, cangrejos autóctonos, o
algunas especies de pesca.
En este sentido, Aranda ha avanzado que aprovechando
que se va a trabajar con el mapache se trabajará también con el perro mapache y
con el visón americano, porque según ha señalado «la recuperación de especies
como el desmán no es planteable si no controlamos previamente las especies
exóticas invasoras».
El objetivo debe de ser sacarlas del medio natural,
ha explicado Aranda, quien ha valorado que el plan que se va a poner en marcha
va a dar información importante sobre la situación en la que se encuentra el
mapache, además de trabajar para su control «desde los extremos hasta el foco
central, que es Madrid».
El Ministerio de Transición Ecológica y el Reto
Demográfico, por otro lado, ya ha avisado, a través de sus redes del peligro
del mapache y de otras especies invasoras.
.-