Heliodoro Ábalos ‘Carbonerito’, el padre torero del ministro Ábalos
OJOS DE MOYA | El progenitor del secretario de
Organización del PSOE, oriundo de Carboneras de Guadazaón, fue novillero hasta
que la Guerra Civil truncó su carrera
Nieto de guardia civil e
hijo de torero. El ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE,
José Luis Ábalos, conserva en los salones de su casa algunos carteles taurinos
de Heliodoro Ábalos «Carbonerito», un prometedor novillero nacido en 1912 al
que la Guerra Civil truncó su carrera.

Ábalos ha preferido ver
los toros desde las barreras de plazas de Las Ventas o de Valencia, como
durante la última feria de Fallas, donde compartió localidad con el presidente
de la Diputación, el también socialista Toni Gaspar, y la presidenta del PP
valenciano, Isabel Bonig.
De hecho, el pasado fin
de semana, Ábalos calificó de «casposa» la visión de España según la cual todos
los españoles tienen que ser «toreros o cazadores». Entre críticas al
«españolismo trasnochado y antiguo», el ministro de Fomento recordó que su
padre fue torero: «Eso no me lleva a imponer a nadie su gusto ni su afición».
Sus palabras, sin
embargo, han indignado a los aficionados a una Fiesta en la que su progenitor
fue protagonista en primera persona en la década de los años treinta del siglo
pasado.
Un novillero «valiente y prometedor»
Heliodoro Ábalos nació
en la localidad conquense de Carboneras de Guadazaón. De ahí su apelativo de
«Carbonerito».
Las enciclopedias
taurinas como «El Cossío» que, según explicó el propio Ábalos a la revista
«Plaza», heredó de su padre, dan testimonio de la carrera de un novillero sin
picadores, que toreó poco más de una veintena de tardes entre los años 1934 y
1935. El estallido de la Guerra Civil frustró la trayectoria de un torero al
que las reseñas de la época calificaban de «valiente y prometedor». En una
reseña de mayo de 1935 publicada en el «Heraldo de Cuenca» se cita a
«Carbonerito» como un torero «que promete por su arte, por su valor y por su
deseo siempre visible de satisfacer al respetable».
En septiembre de 1936,
ya en plena Guerra Civil, «Carbonerito» participó en la de plaza de toros de
Cuenca junto a Pedro Arcos Morales en un festival benéfico en favor de las
milicias populares. En octubre de aquel año, toreó en la vecina localidad de
Villagarcía del Llano, también en su provincia natal, para recaudar fondos para
los llamados «hospitales de sangre». El ministro Ábalos todavía conserva los
dos últimos carteles en los que su padre vistió el traje de luces antes de
dedicarse a la fabricación de muñecas de porcelana.