Los restos hallados en Masegosa supondrían la "primera consolidación" de la presencia musulmana en Cuenca
OJOS DE MOYA | Los arqueólogos Santiago David Domínguez
y Míchel Muñoz han presentado este viernes los últimos hallazgos arqueológicos
realizados en los yacimientos de El Castillejo y Cabeza de la Torre
Los arqueólogos Santiago
David Domínguez y Míchel Muñoz han presentado este viernes los últimos
hallazgos arqueológicos realizados en los yacimientos de El Castillejo y Cabeza
de la Torre, ubicados a unos dos kilómetros al norte y sur de la localidad
conquense de Masegosa y que permitirán "estudiar un momento totalmente
desconocido como es la primera consolidación del poder musulmán en la provincia
de Cuenca", ya que están datados entre los años 791 y 814, según ha
explicado Domínguez.
En la rueda de prensa de
presentación, el arqueólogo ha admitido que su equipo pretendía avanzar en la
investigación del Paleolítico, el Neolítico, el Calcolítico y la Edad de
Bronce, "pero la gran sorpresa y a lo que va a reconducir todo el proyecto
va a ser estudiar este vacío total y completo" relacionado con esta época
histórica.
Entre las piezas más
valiosas encontradas en la primera campaña de identificación de ambos hallazgos
arqueológicos destaca una cota de malla muy empleada por los guerreros
musulmanes, además de cerámica común o un fragmento de un ataifor. Todos han
sido recuperados de entre una serie de estructuras derruidas en el entorno de
estos enclaves, que están atravesados por una cañada real, lo que, a su juicio,
indica que ya "desde antiguamente sería una zona de paso natural que
justifica la presencia de estos dos yacimientos en este punto".
Por lo que respecta a
Cabeza de la Torre, en el interior de una cueva se ha encontrado una muralla
con cimentación en seco con una torre hacia el exterior, así como material
cerámico musulmán, además de instrumentos líticos y clavos de tipología
musulmana.
En relación a El
Castillejo, Domínguez ha explicado que es "más pequeño pero está mejor
conservado" que el anterior. "Tenía un foso excavado en la roca, una
muralla, una torre y materiales de construcción típicamente musulmana", ha
dicho, explicando que han sido certificados mediante la prueba del Carbono 14.
Tras precisar que el
norte de la provincia de Cuenca "ya lo era en este momento, en el que se
estaba consolidando dicha frontera", ha apostillado que estos hallazgos
son "importantes para entender lo que somos hoy como provincia", por
lo que, mientras continúa su estudio científico, espera poder convertirlos en
un recurso cultural y visitable que serviría "para ir luchando contra la
despoblación y el paro".
Por su parte, su
compañero Míchel Muñoz ha advertido de que con este proyecto se está llenando
"una página importantísima de la historia de Cuenca" contextualizada
en la época de la Cora de Santaver, de la que, hasta ahora, se tenían "muy
pocas noticias"
"Fue una zona de
conflictividad", ha subrayado, convencido de que estos dos yacimientos
eran "pequeños castillejos para controlar una ruta" que estaban
integrados en un sistema de fortificaciones ideado por Abderramán I o uno de
los emires de Córdoba para dominar esta cora, lo que da cuenta del "gran
interés que tiene la Serranía de Cuenca desde los tiempos de Abderramán I para
el propio poder de Córdoba".
Muñoz ha anunciado que
estos hallazgos formarán parte del libro que editará la Asociación Española de
Arqueología Medieval en homenaje al arqueólogo Juan Zozaya, que ha calificado como
el "padre de la arqueología de Al Ándalus".
Finalmente, el
presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, ha abogado
por incluir ambos yacimientos en una ruta de la que también formen parte el
Castillo de Beteta y otros recursos de la provincia y la alcaldesa de Masegosa,
Sandra Crespo, ha confesado su deseo de que puedan repercutir en un incremento
del turismo rural y en la creación de empleo.