El camino original de la Vera Cruz desde Santiago
OJOS DE MOYA | La ruta
cuenta con más de 850 kilómetros a través de 92 municipios y atraviesa el
corazón de las Tierras de Moya
©
ENRIQUE SOLER - LA OPINIÓN DE MURCIA | La última ruta peregrina nos lleva al camino
más largo de todos los que se han marcado en torno a la Vera Cruz, desde que el
papa San Juan Pablo II decretara el Año Jubilar en 1998. Esta ruta nos conecta
directamente con uno de los caminos de la ciudad peregrina por excelencia,
Santiago de Compostela, el apóstol que entró por el puerto de Cartagena.
La ruta fue un trabajo que encargó la Fundación
de la CAM a la academia Alfonso X El Sabio. Se trataba de recuperar el camino
que recorrían en la Edad Media los peregrinos que desde Europa se dirigían a
Caravaca.
Según el estudio realizado, a mediados del siglo
XIII ya existía el Camino de la Vera Cruz, y los peregrinos, atravesando los
Pirineos, recorrían Roncesvalles o el Puente de la Reina hacia Caravaca, donde
se encontraba un Lignum Crucis, una astilla de la Cruz en que murió Jesucristo
y que se custodia y venera desde hace 8 siglos.
Algunas hipótesis señalan a la Orden del Temple
–uno de sus objetivos era ‘la custodia de los peregrinos y guarda de los
peligrosos caminos a los lugares de peregrinación’– como portadora de la
reliquia del Lignum Crucis desde Jerusalén a Caravaca. Esta orden recibió de
Alfonso X el Sabio la bailía de Caravaca y permaneció algunas décadas en el
Noroeste de la Región.
El proyecto de la CAM para recuperar el trazado
de ese camino original de la Vera Cruz contó con el respaldo de la Comunidad,
el Ayuntamiento de Caravaca y la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz. Se trata
de un itinerario que atraviesa 92 municipios y 5 comunidades (Navarra, Aragón,
Comunidad Valenciana, Castilla-La Marcha y Región de Murcia). El recorrido
discurre por espacios naturales y entornos rurales de campo y huerta, pasando
por vegas como las del Ebro, el Jiloca o el Alfambra, campos de Aragón,
Serranía de Cuenta, y Tierras del Vino de Valencia, Albacete y Murcia, y por
entornos urbanos ricos en patrimonio histórico y cultural, con vínculos con la
Cruz de Caravaca.
Más de 850 kilómetros
Después llegó la tarea de marcar un recorrido de
más de 850 kilómetros y un desnivel acumulado de más de 1.500 metros, un
trabajo que realizó Lázaro Jiménez de Natusport. Ya solo faltaba el primer
grupo de peregrinos que se lanzaran a la aventura de recorrerlo: la asociación
Bicimur. Mariano Vicente y Juan Bautista fueron los primeros peregrinos que, al
igual que aquellos Templarios, conectaron Caravaca con Santiago. Por cuestiones
logísticas, la ruta comenzó en Pamplona, a unos kilómetros del punto de partida
en Puente de la Reina.
En la primera etapa, los primeros objetivos a
batir son el Cizur Menor y el altoa del perdón, una etapa que coincide con el
Camino de Santiago. Pasando por Obanos se llega a Puente de la Reina,
importante enclave del Camino, punto de unión de los caminos aragonés,
proveniente de Somport, y del Camino Francés que se inicia en San Juan Pie de
Puerto. La jornada continúa con una fuerte subida con rampas de hasta el 17%,
para continuar después entre tendidos campos hasta Artajona. Seguidamente el
camino discurre por pistas hasta Villafranca.
En la segunda jornada se toma dirección al Valle
del Ebro, desembocando en Tudela, posteriormente por la Vía Verde del
Tarazonica, hasta Tarazona, donde empieza la parte dura de la jornada, recorriendo
las estribaciones del Parque Natural del Moncayo para descender a Vera del
Moncayo, hasta desembocar en Talamantes; en el tercer día, el peregrino
descubre el Valle del Isuela hasta llegar a Trasobares, posteriormente hasta
Illueca por carretera. Pasando por el collado de Valdeguil con 1.150 metros, se
accede a Torralba de Ribota hasta Calatayud.
En la cuarta jornada, se atraviesan las altas
paredes del desfiladera de la Hoz del Jiloca, una senda llena de vegetación que
da paso a Calamocha; en la quinta se supera el punto de mayor altitud de todo
el camino, 1.402 metros de altitud. La travesía discurre por la Nacional-420 y
la senda fluvial del Alfambra, desembocando en Teruel.
La sexta jornada sigue por el curso del Río
Turia. Tras un descenso hasta Tramacastiel, nos encaminamos directamente a
Libros para proseguir por la vega fresca del Turia hasta Ademuz; en el séptimo
día aparece Garaballa con su reloj del murciano Valverde, tras una bajada algo
complicada se accede a la Vega del Río Mira, también llamada los Ojos de Moya.
Aquí empieza la subida hasta Camporrobles.
En la octava se pedalea entre vides y campos de
cereal con manchas de pinar. Posteriormente comenzará un rompe piernas hasta
Jaraguas y Venta del Moro. Una senda llena de vegetación comunica con Alcalá
del Júcar; la novena jornada discurre entre Casas del Cerro, Alatoz, Bonete,
hasta Montealegre del Castillo. La ruta llega a su décimo día, es el momento de
pisar tierras murcianas, el final está cerca. Ya en la Región se atraviesa
Jumilla, Calasparra y Moratalla, a pocos kilómetros de la Vera Cruz. El último
día, una jornada de paseo para acceder a la Basílica Santuario, cuya capilla
interior custodia el Leño de Cristo.
Tras la primera aventura, Bicimur creó otra ruta
por carretera. Otra opción para los ciclistas que no contemplan la opción fuera
de asfalto y que quieren realizar la peregrinación. Para ello recorrieron los
kilómetros que separan Puente la Reina-Gares con Caravaca, por carreteras
secundarias alejadas del tráfico intenso, que conecten pequeños pueblos y nos
acerquen a los entornos naturales.