Castilla-La Mancha apuesta por el guayule como cultivo estratégico
La Junta impulsa este cultivo emergente por su bajo impacto ambiental, su capacidad para generar caucho natural y su potencial para revitalizar el medio rural
Castilla-La
Mancha ha decidido apostar por el guayule
(Parthenium argentatum), una planta originaria de zonas
semiáridas de América que está demostrando una gran adaptación al clima
castellano-manchego. Resistente a
la sequía, eficiente en el uso del agua y capaz de prosperar en suelos pobres,
el guayule se perfila como una alternativa agronómica de futuro frente al
cambio climático y la pérdida de rentabilidad de cultivos tradicionales.
Así lo ha
explicado Gracia Canales Duque, viceconsejera de la Política
Agraria Común y Políticas Agroambientales, durante su visita a una plantación
experimental en Santa Cruz de la Zarza (Toledo),
en la que también participaron representantes del Ministerio de Agricultura y
autoridades regionales.
Caucho, látex y aplicaciones industriales
El principal
producto que se extrae del guayule es el caucho
natural, altamente valorado por la industria automovilística,
energética y tecnológica. Además, produce un látex
hipoalergénico apto para su uso en sanidad, cosmética o higiene
personal, sin las proteínas alergénicas del tradicional látex de Hevea.
El cultivo
del guayule abre la puerta al desarrollo de una cadena
de valor industrial completa, desde la transformación
agroindustrial hasta la exportación de productos con alto valor añadido.
Innovación, desarrollo rural y cohesión territorial
Durante la
visita, Canales Duque ha subrayado que el impulso al guayule forma parte de una
estrategia más amplia de diversificación
agrícola, innovación tecnológica y lucha contra la despoblación.
Los grupos operativos de innovación, cofinanciados por
fondos europeos a través del Programa de Desarrollo Rural, están permitiendo
unir a agricultores, investigadores, empresas y administraciones para generar
conocimiento aplicado y prácticas sostenibles.
“El guayule
puede contribuir a fijar población en el medio rural y a crear empleo mediante
nuevas industrias de procesado”, ha indicado la viceconsejera. Esta planta se
alinea con los objetivos de la PAC 2023-2027,
que promueve modelos de cultivo sostenibles y resilientes.
Liderazgo europeo desde Castilla-La Mancha
Las
condiciones climáticas y la estructura agraria de Castilla-La Mancha convierten
a la región en un territorio idóneo para liderar la implantación del guayule en
Europa. La combinación de clima seco,
disponibilidad de tierras y apuesta institucional crea el
contexto perfecto para el despegue de este cultivo en el continente.
En países
como EE.UU. o México, el guayule ha sido objeto de
investigación durante décadas como alternativa estratégica en momentos de
escasez de caucho. Ahora, Castilla-La Mancha quiere dar un paso al frente y liderar su expansión comercial en Europa, con el
respaldo de sus centros de investigación y el interés creciente de la
industria.
Una estrategia moderna para un futuro sostenible
El impulso al
guayule es reflejo de una política
agraria moderna centrada en la eficiencia hídrica, la
innovación y el desarrollo rural. A través de la colaboración público-privada y
la generación de nuevas oportunidades agronómicas, Castilla-La Mancha se
posiciona como una región preparada para afrontar los retos del cambio
climático sin renunciar a la creación de riqueza y empleo.