La matraca de Cardenete vuelve a sonar tras más de un siglo en silencio

Restaurada gracias al apoyo institucional y al trabajo artesanal, la pieza vuelve a convocar a los fieles en la liturgia del Viernes Santo

Este Viernes Santo ha sido especial en Cardenete. Por primera vez en más de cien años, el campanario de la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción ha vuelto a vibrar con el sonido grave y característico de la antigua matraca, un instrumento de percusión de profundas raíces litúrgicas que sustituye a las campanas durante el Triduo Pascual, especialmente en la celebración del Santo Entierro.

Este singular elemento, compuesto por varias aspas de madera con mazos colgantes que producen un ruido áspero y potente al girar, ha sido cuidadosamente restaurado por el taller de carpintería Tórtola, ubicado en la propia localidad. Su recuperación ha sido posible gracias al apoyo de la Diputación Provincial de Cuenca, que ha reconocido este objeto como un bien intangible comparable al de las campanas.

Una pieza sin recuerdo vivo

El origen de la matraca de Cardenete se remonta probablemente al siglo XVII o XVIII, aunque su uso se había perdido desde hace generaciones. De hecho, ninguna de las personas de más edad del pueblo recordaba haberla visto en funcionamiento. Esta ausencia ha hecho aún más especial su reaparición, celebrada por vecinos de todas las edades como un redescubrimiento del propio patrimonio.

Para dar a conocer el proceso de rehabilitación, el pasado 29 de diciembre se organizó una jornada de puertas abiertas en el taller de carpintería, donde vecinos y visitantes pudieron ver de cerca la pieza, aprender sobre su funcionamiento e incluso probar a hacerla sonar antes de su instalación.

Nueva ubicación y simbólica función

El 12 de enero de 2025 la matraca fue colocada nuevamente en el campanario, aunque en una ubicación diferente a la original, con el objetivo de facilitar su uso. Anteriormente, se encontraba en una viga alta de difícil acceso. Ahora, su activación es más sencilla, permitiendo su empleo de forma ceremonial cada año.

La restauración ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de la Parroquia, el Ayuntamiento de Cardenete, Carpintería Tórtola y la Diputación de Cuenca, consolidando un ejemplo de recuperación patrimonial y cooperación local.

Este 18 de abril de 2025, la matraca volvió a cumplir su cometido original: anunciar la liturgia del Viernes Santo y acompañar el recogimiento de la procesión del Santo Entierro, aportando un sonido que conecta a Cardenete con siglos de historia.

Un legado que se redescubre

El vídeo del momento, grabado por la vecina Mari Montejano, ha sido compartido ampliamente en redes sociales, emocionando a muchos cardeneteros dentro y fuera del pueblo. La matraca, que parecía olvidada, se ha convertido de nuevo en símbolo de identidad, tradición y arraigo.

 

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