Encuentran un mamut en Cuenca
OJOS DE MOYA | Los restos, de 500.000 años de antigüedad,
han sido sacado a la luz en el yacimiento arqueológico de El Provencio
Los arqueólogos Santiago
David Domínguez y Míchel Muñoz han llevado a cabo este 2019 una nueva campaña
de investigación sobre el Paleolítico Inferior y Medio en El Provencio
(Cuenca), donde recientemente han sacado a la luz restos molares de mamut y
caballo que cuentan con unos 500.000 años de antigüedad.
Se enmarca dentro de
un proyecto dirigido desde el año 2013 llevado por estos dos arqueólogos que
forman parte de Ares Arqueología y Patrimonio Cultural.
Los trabajos se han
centrado este año en la excavación de El Pinar de la Vega --uno de los sectores
del Complejo de El Provencio--, en la prospección del resto de áreas, en el
estudio geológico de esta parte del cauce del Río Záncara y en la celebración
de jornadas y cursos académicos sobre el tema en cuestión.
Han participado
estudiantes procedentes de toda España y colaboran técnicos y científicos
expertos de diferentes instituciones investigadoras y universidades, como
Alfredo Pérez González, Fernando Ivón Cermeño, Lucía Hernández, Elena Aznar o
David Uribelarrea, entre otros, del Instituto de Evolución en África o la
Universidad Complutense de Madrid.
Vienen a sumarse a la
lista de otros profesionales que vienen concurriendo desde pasadas campañas
tanto en el trabajo de campo como en los cursos especializados que se celebran
en el municipio manchego.
Este año se ha
profundizado en la evolución de la industria lítica al final del periodo de
existencia del Neandertal, pero también se han descubierto restos de fauna del
Pleistoceno que compartieron escenario con las comunidades humanas de Homo
antecessor, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis.
Se trata, por ejemplo,
de molares de mamut y de caballo, además de otros fragmentos de huesos de
animales de gran tamaño. Se han tenido que restaurar y reconstruir, pues
aparecieron en terreras de canteras antiguas, desmenuzados.
“Ahora se recuperan para
ser estudiados y mostrados y enseñar a través de ellos cómo era el contexto
ecológico en el que vivieron los cazadores y recolectores del Paleolítico.
Acudían a las riberas del río Záncara a aprovechar los importantes recursos
cárnicos y vegetales que allí se concentraban”, ha indicado Domínguez Solera
para Europa Press. “Otra de las conclusiones a la que hemos podido llegar es la
de que los seres humanos empleaban preferentemente el abundante sílex local
para hacer sus herramientas, aunque éste aparece en módulos muy pequeños y no
era el mejor que se podría esperar”, ha explicado al tiempo que ha reconocido
que “había mucho sílex natural a mano y lo empleaban por ello”.
En excavaciones
anteriores ya habían salido restos muy puntuales, los más antiguos descubiertos
hace décadas por Alfredo Pérez González. Pero la colección ha aumentado
ostensiblemente gracias a los descubrimientos de este año, que son los más
numerosos.