“El impacto de la soledad a nivel humano y económico es tremendo”


OJOS DE MOYA | Más de 2 millones de personas mayores de 65 años viven solas
Más de 4,7 millones de personas viven solas en España. De ellas, cerca de 2 millones tienen más de 65 años, de las que el 72% son mujeres.
La experiencia, la práctica cotidiana y las investigaciones anuales que realiza Cruz Roja sobre la vulnerabilidad social de las personas y grupos atendidos por la Organización, permiten identificar que los principales retos que afrontan las personas mayores son la soledad y el aislamiento social, además de la promoción de la autonomía personal y la protección a la dependencia, la pobreza, la discriminación por edad, el abuso y/o la negligencia y la falta de un papel social acorde a su contribución a la sociedad y su peso demográfico.

El impacto de la soledad y su tremendo coste humano y económico preocupan especialmente a Cruz Roja. Precisamente, uno de los compromisos que ha adoptado la Organización en su última Asamblea General hace referencia a “Contribuir a romper el aislamiento y la soledad de las personas en situación de vulnerabilidad”. Es importante entender dos cosas: No todas las personas que están solas experimentan soledad, y hay muchas personas que se sienten solas estando acompañadas.
La labor de Cruz Roja para reducir la soledad y el aislamiento social involuntario se lleva a cabo mejorando su bienestar emocional y restaurando sus conexiones sociales a través del voluntariado. Más de 42.000 personas son voluntarias de Cruz Roja con personas mayores. Un dato a tener en cuenta: el voluntariado de Cruz Roja Española realizó el pasado año 2018 más de 200.000 horas de acompañamiento a 40.503 personas mayores afectadas por la soledad, no sólo en el domicilio, sino generando relación con su entorno, ya sea físicamente o a través de herramientas digitales. En ocasiones, simplemente a través de una Tablet, se puede crear una red de amistad, relaciones y apoyo mutuo entre personas a las que afecta la soledad y facilitar la conexión entre personas muy alejadas entre sí.
La soledad es un sentimiento subjetivo negativo de falta de compañía y apoyo. Partiendo de esta base, -aunque generalmente se asocia al envejecimiento- la soledad no es un problema exclusivo de las personas mayores ni afecta a todas ellas. Muchos eventos vitales pueden provocar crisis de identidad que dificultan las conexiones sociales y desencadenan situaciones de soledad en determinados momentos del ciclo vital. Estas situaciones de soledad coyuntural pueden cronificarse.
Muchas de las problemáticas descritas anteriormente, como la soledad y el aislamiento de las personas mayores, se relacionan con un modelo social que tenemos que cambiar para configurar, como dicen los expertos, una sociedad que cuida. Una sociedad que no aparca a las personas mayores. Es preciso conciliar políticas sociales, laborales, sanitarias, económicas, fiscales y de vivienda para garantizar una vida digna a las personas mayores y una sociedad inclusiva que evite la brecha intergeneracional. También lo es entender que se trata de un reto de conjunto: administraciones públicas, agentes sociales, Tercer Sector y sociedad en general.
¡Adiós soledad! La historia de Ramona y Jerónima
Ramona y Jerónima son participantes del Programa de Mayores de Cruz Roja y juntas han enfrentado su situación de soledad para decirle adiós. Con el acompañamiento de la Organización y su apoyo mutuo realizan actividades juntas todas las semanas. Sin duda una historia de superación.

Cruz Roja, comprometida con las personas mayores
Cruz Roja lleva más de treinta años desarrollando programas destinados a este sector de la población con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas mayores en su proceso de envejecimiento, reduciendo las desigualdades de género identificadas y en nuevas áreas que hasta ahora no eran tan evidentes como la soledad, falta de autonomía personal, deterioro cognitivo, abuso o negligencia, la pobreza, etc. Y también en las circunstancias que les rodean (contexto social y familiar, coyuntura socioeconómica…etc.).
La intervención actual de Cruz Roja con personas mayores está dirigida a: aumentar la capacidad de su autonomía personal, mantener y mejorar sus funciones cognitivas, reducir la soledad y el aislamiento social involuntario, incorporar y mejorar hábitos saludables, impulsar el envejecimiento activo, mejorar su protección y su capacidad para afrontar posibles situaciones de maltrato, así como cuidar y apoyar a quienes cuidan de personas mayores. Cruz Roja trabaja con las personas mayores para mejorar su bienestar emocional y restaurar sus conexiones sociales.

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