La Huérguina ya dispone de un desfibrilador de emergencia
OJOS DE MOYA | La Asociación de Amigos y Vecinos ha
instalado un aparato de primeros auxilios en el Ayuntamiento
Los tiempos de respuesta
en las zonas de interior, especialmente en los municipios enclavados en
regiones montañosas, son en la mayoría de los casos muy largos.
Una incidencia
ya “asumida” por quienes residen o veranean en estos pueblos, pero que en
ocasiones, sobre todo a nivel de emergencia sanitaria, se deben reducir al
máximo para garantizar la atención médica inmediata y los traslados urgentes a
los centros hospitalarios que en muchos casos se encuentran a cientos de
kilómetros (o a dos horas de viaje, como se miden los trayectos en estos
territorios).
En este sentido, toda
iniciativa que pueda ayudar a reducir los riesgos sanitarios es siempre
bienvenida, como el caso del pequeño municipio de La Huérguina, cuya Asociación
de Amigos y Vecinos ha instalado un desfibrilador en el Ayuntamiento.
Una inversión en
seguridad que, tal como desean desde la propia agrupación “no tengamos que
usarlo nunca”.
¿Qué es un DEA?
Un dispositivo
electrónico portátil, dotado de electrodos destinados a generar pulsos
eléctricos que pueden descargarse sobre el corazón. Su objetivo es reactivar su
funcionamiento en caso de paro cardiaco o devolver el ritmo normal cuando haya
de arritmias que puedan llevar a la muerte.
¿Para qué sirve?
Para recuperar el ritmo
cardiaco. En casos de fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin
pulso, el DEA descarga una corriente eléctrica al corazón que permite que éste
vuelva a contraerse con normalidad y que el paciente recupere su ritmo cardiaco
normal.
¿Produce algún daño?
No. La corriente
eléctrica está ajustada automáticamente para que el corazón recupere su ritmo
normal y no produce quemaduras ni daños en el paciente.
¿Por qué se dice que es uno de los equipos más
sencillos?
Estudios de la Sociedad
Americana del Corazón señalan que la reanimación cardiopulmonar y el uso del
DEA aplicados dentro de los primeros tres minutos del paro cardiaco permiten
que un 90 % de los afectados sobrevivan. Todo empieza aplicando las
almohadillas con electrodos sobre el tórax desnudo de la persona afectada y
seguir las indicaciones y mensajes que da el aparato.
¿Quiénes lo pueden usar?
Es fácil de operar con
un entrenamiento básico y adecuado, lo que permite que casi cualquier persona
lo pueda usar: auxiliares de vuelo, oficiales de policía, bomberos, familiares
e incluso estudiantes de colegios. Además de los médicos otras personas lo
pueden usar con el entrenamiento correspondiente.