‘Pueblos vivos’ lleva su protesta contra las macrogranjas a la capital
OJOS DE MOYA | Vecinos e instituciones reclaman una
apuesta real por las inversiones sostenibles en el medio rural de la provincia
Decenas de personas
personas procedentes de todos los puntos de la provincia de Cuenca han
participado en la manifestación convocada este domingo por la Plataforma
Pueblos Vivos contra el modelo de explotación ganadera de las macrogranjas
porcinas.
La movilización ha tenido como objetivo que “a la industria porcina
le llegue su San Martín” y por eso ha coincidido con el día de este santo. A la
manifestación se han unido también colectivos contra las macrogranjas
procedentes de la provincia de Albacete y ha asistido en portavoz de Podemos en
las Cortes de Castilla-La Mancha, David Llorente.
La protesta ha comenzado
a mediodía la Plaza de España de Cuenca y después ha recorrido varias calles de
la ciudad para terminar en el punto de partida, donde se ha leído el manifiesto
y se han enumerado todos los pueblos afectados por este tipo de ganadería
intensiva.
En el manifiesto se ha
mostrado el desacuerdo de estos pueblos con las políticas llevadas a cabo por
la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, porque dicen no querer “que las
macrogranjas entorpezcan nuestra vida y llenen de malestar y enfrentamientos la
vida de nuestros pueblos”. “Es estupendo que los agricultores y ganaderos
inviertan, pero que lo hagan apostando por una ganadería sostenible”, aseguran,
porque “nuestro dinero no puede utilizarse en beneficio de unas pocas empresas
cárnicas para destruir nuestro entorno y poner en peligro un poco más la
despoblación de nuestros pueblos”.
Han reclamado así a los
políticos tanto del ámbito provincial como regional que apoyen la industria
agroalimentaria “dentro de una economía sostenible y ecológica, que apoye a los
jóvenes y mujeres y que apuesten por el turismo rural” y que reflexionen “sobre
el modelo de explotación intensiva que defienden” porque en su opinión la
ganadería extensiva “es mucho más compatible con nuestro modelo de economía, y
que favorece la calidad del producto, y del empleo”.
Otra de las peticiones
hechas públicas es que los estudios ambientales relacionados con las
macrogranjas “se ajusten a la realidad de cada localidad”, teniendo en cuenta
su orografía, su entorno socioeconómico y cultural o su población. Y de cara a
los ayuntamientos han exigido las ordenanzas precisas para “evitar la
instalación de explotaciones ganaderas intensivas en la localidad, delimitando
las distancias necesarias”. Unas ordenanzas que también regulen “el tránsito
continuado de camiones de gran tonelaje por las carreteras, así como del
tránsito de los purines por el casco urbano”.
En particular se han
dirigido a los ayuntamientos que forman parte de PRODESE, la Asociación
Promoción y Desarrollo Serrano de la Serranía de Cuenca para que “se replanteen
la estrategia de desarrollo local aprobada en 2014, que reconocía que la
actividad tractora de la zona iba a ser el turismo de naturaleza, actividad
apoyada por el principio de sostenibilidad ambiental, económica y social, y el
crecimiento sostenible”. Algo que, sostienen, “es incompatible con la
instalación de macrogranjas”.