Recordando a los doce de Cerro Moreno
OJOS DE MOYA | La Gavilla Verde volvió a recordar el pasado 4 de noviembre a los represaliados refugiados en este paraje de Santa Cruz de Moya
“Era la madrugada del día 7 de noviembre de
1949. El rumbo que había tomado la situación de la guerrilla era negro, muy
negro. Sin la ayuda prevista por parte de las potencias aliadas no se veía
futuro. Los guerrilleros se sentían abandonados, los anhelos a partir de la
entrada desde Francia, se habían esfumado…
Fuerte represión hacia ellos y hacia
las personas humildes de aquellos pueblos que compartían sus exiguos
comestibles con aquellos luchadores que prometían un futuro democrático con
libertad y justicia… Encarcelamientos, torturas, muertes… obligación de
abandonar las masías, ley de fugas…
Unos días antes, había llegado desde Francia un
grupo de guerrilleros con nuevas directrices que compartieron con los
responsables de todos los grupos de la AGLA. La nueva táctica marcaba el camino
que debían seguir en adelante, adoctrinar a la gente de los pueblos, abandonar
las montañas e irse introduciendo en las fabricas, industrias y puestos de trabajo…
en definitiva, seguir luchando contra la dictadura de manera diferente. Aunque
tarde, seguramente la alternativa era la única viable.
Terminadas las reuniones volvieron hacia sus
campamentos los responsables de los grupos y parte de los venidos de Francia,
de nuevo hacia el exilio.
En el Cerro Moreno quedaban trece guerrilleros
más cinco que se fueron a la búsqueda de comida pues las reuniones habían
agotado las existencias… Aquella noche del seis al siete, dormían bajo las
tiendas camufladas entre matorrales y pinos, cuatro de los recién llegados de
Francia, entre ellos, Miguel Soriano Muñoz, “Andrés” que debía ser el nuevo
responsable de la AGLA, cinco jóvenes incorporados recientemente de un pueblo
cercano, huyendo de la guardia civil y tres, sólo tres eran guerrilleros que ya
estaban en el campamento. Esto explica que los trece estuvieran durmiendo,
tranquilos, sin pensar en el peligro… ni guardias tenían durante la noche…
El peligro acechaba. Por las montañas del
contorno, rondaba un personaje nefasto para la guerrilla… el General Pizarro…
Desde su llegada a Teruel, la agresividad en la represión había aumentado
ferozmente contra la guerrilla y contra los puntos de apoyo… ley de fugas,
desalojo de las masías, incendios de las montañas, el someten… “o acabaré con
los bandoleros o termino yo con vosotros”, dicen que les dijo a los guardias
civiles…
La noche del seis al siete, camiones camuflados
llenos de guardias civiles habían llegado a tres aldeas cercanas, desde
Valencia, Cuenca y Teruel. Poco a poco, lentamente, se fueron acercando al pie
del “Cerro”, en un círculo que abarcaba todo el perímetro… Dicen que eran un
millar… La tragedia se acercaba mientras aquellos inocentes dormían bajo las
lonas que no les dejaban contemplar el cielo rojizo del amanecer ni el vuelo de
los pájaros madrugadores ni los gritos de los zorros que los querían avisar del
peligro…
A las siete de la mañana llegaban los primeros
guardias cerca del campamento escondido entre matorrales y pinos… difícil de
encontrar. Ya se disponían a dar marcha atrás, pensando que habían huido,
cuando el movimiento nervioso de un joven que había salido de la zona del
inodoro, los puso en alerta… Y aquí comenzó y terminó la tragedia… Tal como
salían los guerrilleros eran abatidos por ráfagas de las armas de los guardias…
incluso el joven “Fermín” de dieciocho años, el primero que salió…
* Oficina de Desaparecidos, La Gavilla Verde
– Una fecha decisiva para la Agrupación Guerrillera de
Levante. Cerro Moreno, 7 de noviembre de 1949: asalto al campamento