Agentes medioambientales de Castilla-La Mancha recopilan las agresiones recibidas
OJOS DE MOYA | Tras el
homicidio de dos compañeros en Lérida, han presentado varios escritos en la
Consejería de Agricultura para pedir instrucciones en inspecciones a cazadores
El homicidio de dos agentes rurales en Aspa
(Lérida) a manos de un cazador que había sido abordado por las víctimas ha
provocado la reacción del colectivo en Cataluña y en toda España. Los agentes
que patrullan por campos y montes aseguran que las agresiones y amenazas no son
casos aislados, sino un goteo constante que sufren sin tener apoyo de la
administración.
Sindicatos y asociaciones de agentes rurales o
medioambientales han reaccionado a este doble homicidio reclamando a las
administraciones públicas que establezcan nuevas medidas para reforzar su
protección.
Así ha ocurrido también en Castilla-La Mancha,
donde sindicatos y la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de la
región han registrado en las últimas semanas ante la Consejería de Agricultura,
Medio Ambiente y Desarrollo Rural distintos escritos en los que ponen de
manifiesto las quejas por la situación que sufren.
El Confidencial Autonómico ha podido saber que
esta asociación de agentes medioambientales está recopilando numerosos ejemplos
de sucesos a los que se ven sometidos de forma recurrente. Las fuentes de la
asociación consultadas explican que en Castilla-La Mancha hay constancia de
intentos de agresión a los agentes por parte de algunos cazadores, pescadores y
personas que cometen algunas irregularidades en el medio rural (podas ilegales,
conductores de vehículos que van por caminos prohibidos); de amenazas de
muerte; de ruedas pinchadas en los vehículos con el que se mueven por el monte
los efectivos de este cuerpo; incluso de pintadas con insultos y amenazas en
sus municipios de residencia.
Armas cortas y formación en conflictos
Por el momento, el consejero castellanomanchego
ha despachado con una negativa la petición de que los agentes rurales puedan
portar armas cortas. Lo justifica asegurando que no tienen competencias en
seguridad ciudadana, y por tanto no es necesario que vayan armados.
“Somos el colectivo con funciones policiales que
trabaja con un mayor número de personas armadas”, responden desde la Asociación
Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha, que denuncian la
situación de inferioridad en la que están frente a cazadores armados con
escopetas, por ejemplo. De ahí que pidan que se cambie la normativa que regula
este cuerpo de agentes medioambientales para que a quienes quieran, de forma
voluntaria, puedan llevar un arma corta con licencia tipo A.
Pero su reivindicación va más allá de las armas.
“Lo que pedimos es que se construya todo un ambiente más seguro”, explican
desde esa asociación. Eso implicaría otras medidas, como por ejemplo que la
consejería les de formación e instrucciones para poder hacer frente a
situaciones conflictivas y de tensión que se dan en algunas inspecciones a
cazadores: cuando, como ocurrió en Aspa, le piden a un cazador la licencia y
los documentos que le habilitan para realizar esta actividad. Ellos aseguran que
les falta formación en gestión de conflictos verbales que les podría servir
para tratar con personas violentas.
Además, reclaman que las patrullas se hagan al
menos en parejas, y no de forma individual como suele ocurrir en ocasiones.
Por el momento no han recibido una respuesta
oficial por parte del consejero: de ahí que hayan decidido solicitar también
una reunión con el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha,
Emiliano García-Page, para exponerle directamente a él su problemática.