Tiempo de procesionaria

OJOS DE MOYA | Los nidos de Thaumetopoea pityocampa comienzan a abrirse estos días en la región
Se acerca la primavera, y el aumento de las temperaturas vuelve a llevar la mirada, como cada año, a los pinares que pueblan nuestros montes y parajes naturales. Y es que por estas fechas, como ya habrán visto muchos de nuestros lectores, comienza a "florecer" la procesionaria cuyos nidos ya blanquean en muchos de los parajes de la región.

Como en años anteriores, y ante la alarma que genera esta oruga, nos volvemos a hacer eco de las recomendaciones que desde la Organización de Consumidores y Usuarios ofrecen a la ciudadanía para evitar daños tanto en personas como en animales de compañía.
Infecciones cutáneas
Los “pelos” y espículas de esta oruga, cuyo nombre científico es Thaumetopoea pityocampa, tienen una capacidad urticante por efecto irritativo, es decir afecta a cualquier persona que se vea expuesta. Estos pelos pueden producir distintas afecciones. La más frecuente es la cutánea, urticaria de contacto y dermatitis, pero también se puede dar afectación ocular, rinitis e incluso manifestaciones respiratorias y anafilaxia.
Lo más aconsejable es no manipular ni molestar a las orugas y trasmitir a los niños que no lo hagan ellos tampoco. También son un riesgo para las mascotas, sobre todo los perros, que al acercarse a olisquear o lamer las orugas, pueden tener reacciones bastante graves e incluso mortales. En su caso hay que tener precaución a la hora de sacarlos a pasear, sobre todo en zonas de pinares y en esa época del año (finales de enero y hasta marzo- abril) en que es más probable que haya orugas en el suelo.
Cómo curar la reacción
La mayoría de las reacciones son leves y pasajeras, pero también se pueden dar reacciones más graves que requerirán ir al médico. La atención médica suele incluir administración de antihistamínicos, corticoides y duchas de agua fría. También es importante evitar el rascado de las lesiones.
El ciclo de la procesionaria
Se trata de una mariposa nocturna ( o polilla) típica del mediterráneo, que hace la puesta en los pinos, y tras pasar por cinco estadios larvarios, forma las famosas procesiones de orugas. Las orugas descienden de los árboles y buscan un sitio cálido en el suelo, donde enterrarse y pasar la fase de crisálida. En verano saldrán las nuevas mariposas o polillas y se reanudará el ciclo.
En sus últimos tres estados larvarios la oruga dispone a lo largo de su cuerpo de unos 500.000 pelos especiales parecidos a pequeñas flechas o dardos de muy pequeño tamaño  que utiliza como defensa. Estos se pueden desprender fácilmente, lo que implica mayor riesgo de urticaria no solo por contacto directo sino por vía aérea, ya que pueden ser transportados por las corrientes de aire o viento.
Medidas para evitar las plagas forestales
Esta especie es muy sensible a las temperaturas y se alimenta de las hojas de los pinos, ocasionando daños muy evidentes por la defoliación y las acículas secas. Hoy en día se sabe que a pesar de las defoliaciones tan  espectaculares que la procesionaria produce en los pinos, la mayoría de ellos se recuperan bien. Las estrategias deben ir encaminadas simplemente a controlarlas para que no se conviertan en plaga. España tiene una afectación elevada, por las condiciones climáticas favorables y debidas a que casi la mitad de nuestros bosques y plantaciones son de coníferas.
Algunas estrategias de lucha contra la procesionaria son:
•        Eliminar los bolsones de orugas o nidos de invierno (cuanto más avanzado el invierno es peor, más peligroso, debido a que las orugas ya han desarrollado los pelos urticantes).
•        A lo largo del año se pueden ponen trampas de feromonas en las que caen los machos y si hay muchas polillas se trata contra ellas, mediante fumigaciones.
•        Otros métodos novedosos son poner trampas en el tronco para atraparlas en su descenso al suelo.
•        La lucha biológica con depredadores naturales, por ejemplo las chicharras o las aves insectívoras.  Colocar cajas nido es una buena medida indirecta de control  de la procesionaria.
•        Las predicciones apuntan a que la procesionaria incrementará su expansión debido al calentamiento global. Como solución a más largo plazo se plantean medidas como la reducción de densidad y la diversificación y heterogeneidad de los pinares.

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