Golpeando conciencias a horas y a medias
OJOS DE MOYA | Una
mirada al histórico reloj de Moya, símbolo vivo que aún pervive al olvido y a
la ruina
Máquina de principios del S. XVIII,
presumiblemente construida por el patricio, ingeniero e ilustrado moyano Don
Nicolás Peinado Valenzuela (1695 - 1762). Relegado al olvido por avería desde
el primer tercio del S. XX se reconstruye a principios del S. XXI por los
profesores y alumnos de la Escuela de Relojería sita en el Instituto de
Enseñanza Secundaria y Superior de Enseñanza Profesional La Mercè, de
Barcelona, incorporando todo el sistema de escape y regulación, compuesto por
piñón, eje, rueda de escape y áncora, junto con el péndulo,además de los
piñones y manivela de remontaje.
Especial mención al profesor D.
Ramón Beserán Claret y al alumno D. Miguel Ángel González Muñoz, que hicieron
suyo el proyecto de restauración y fallecieron antes de verlo terminado.
Se reinstala en su primitivo
emplazamiento el mes de septiembre del año 2004, con motivo de las fiestas del
LIII Septenario, siendo cura párroco de esta iglesia de Santa María Don José
Antonio Campanero Sierra.
Así reza la placa conmemorativa del Reloj de la
Villa de Moya, símbolo vivo entre la ruina que se agarra como puede al
presente. El mecanismo fue diseñado, según algunas crónicas, por Nicolás
Peinado, vecino de Moya, nacido a finales del siglo XVII. Debido a su profesión
pasó por las Casas de la Moneda de Cuenca, Madrid, Sevilla y México donde
falleció en agosto de 1762. Llegó a ser director de la Casa de la Moneda de
México y fundó una escuela en Moya.
No se sabe exactamente la fecha de construcción
del reloj. La única referencia encontrada de él data de 1752 y dice: "Sacristanes.
Francisco Martínez, por regir el Reloj de Villa, 100 Rs"
Construido en hierro forjado con cojinetes de
bronce y tambores de madera, está montado en estructura de jaula, aguantada por
cuatro pies verticales unidos por otras cuatro barras, y cerrada por columnas,
con tuercas como elemento de fijación. Los ejes de la maquinaria van ubicados
en cojinetes o casquillos. El reloj se divide en dos partes, por un lado el
reloj, por el otro lado el mecanismo que acciona el martillo de la campana.
Se trata de un reloj que da las horas y las
medias, sin esfera; antiguamente había que darle cuerda en hora, tomando la
hora de referencia de un reloj solar que existía en el Ayuntamiento de Moya y
que fue retirado cuando a principios de los años 90 se restauró la Casa
Consistorial. La campana del reloj estaba situada encima de las dos campanas de
volteo y que desaparecio a mediados del siglo XX.
Existe otro reloj de construcción similar en
Albarracín, en la provincia de Teruel.
En todo caso, por encima de los fríos datos de
la historia, el reloj es, tal cual decíamos al abrir la crónica, uno de esos
símbolos que mantienen la esperanza, golpeando conciencias a horas y a medias,
para la bella ruina de la capital del Marquesado. VER VÍDEO DEL RELOJ DE MOYA