Así en la tierra como en el cielo
(los) OJOS DE MOYA | Cinco
aves de gran tamaño que puedes ver en Cuenca
Dentro de la provincia
de Cuenca, encontramos un gran número de zonas ZEPA (Zonas de Especial
Protección de Aves), esto hace que nuestra provincia sea un lugar ideal para
los turistas que buscan turismo ornitológico, la gran variedad de Espacios
Naturales y la poca presión humana en los mismos, hace que nos sea
relativamente fácil observar un gran número de aves. De entre ellas, nos
centraremos en esta entrada, en algunas de las más grandes, y por lo tanto más
fáciles de diferenciar en nuestras salidas a la naturaleza.
Avutarda (Otis
tarda):
La avutarda común, es el
ave más voluminosa de todas las que encontramos en la Península Ibérica, además
es el ave de mayor peso que puede volar, su longitud es de entre 75 y 105cm y
su envergadura de 190 a 260cm. El macho (que suele pesar unas 3 veces más que
la hembra), puede pesar alrededor de 10 kilos, aunque se han encontrado
ejemplares de hasta 19 kilos.
Para observarla, en la
provincia de Cuenca, debemos viajar hasta los pueblos de la Mancha, ya que la
avutarda suele vivir en los campos de cultivo de secano de cereal, donde se
camufla bien con su plumaje marrón pardo.
Buitre leonado
(Gyps fulvus)
El buitre leonado, es
sin duda, el rey de la Serranía de Cuenca, podemos verlo en prácticamente toda
la provincia, incluso en la propia ciudad de Cuenca, anidando en las hoces del
Júcar. Normalmente habita en cortados rocosos de zonas altas, por lo que su hábitat
ideal son las grandes muelas de caliza de la Serranía de Cuenca.
La longitud del buitre
está entre los 95 y 110cm y su envergadura de entre 230 y 260cm, siendo una de
las mayores rapaces de la Península ibérica. Es una ave carroñera que se
alimenta únicamente de animales muertos y restos en descomposición.
Nos será fácil
distinguirla en vuelo, ya que prácticamente no mueve las alas, se lanza desde
la parte alta de los cortados y lo veremos moviéndose en círculos siguiendo las
corrientes de aire.
Búho real (Bubo
bubo)
El Búho real, es la más
grande de las rapaces nocturnas que encontramos en España, teniendo una
longitud de entre 57 y 75 cm. y una envergadura de 140 a 188 cm. Por su
actividad totalmente nocturna, nos puede ser algo complicado el verlo de manera
natural, aunque si salimos por la noche al bosque nos será fácil reconocer su
sonido característico, ya que puede escucharse hasta a 2 kilómetros de
distancia, además, en ciertas ocasiones podemos llegarlo a ver en bosques
espesos durante el día.
En la provincia de
Cuenca podemos encontrarlos en prácticamente todas las zonas de bosque cerrado,
por la serranía alta y media, aunque es una especie que también encontramos en
zonas más bajas o incluso a veces muy cerca de los pueblos.
Garza real (Ardea
cinerea)
Se supone que la Garza
real es una especie migratoria, que solo veremos en Cuenca durante el invierno,
aunque los últimos años se puede ver prácticamente durante todo el año, siempre
esta asociada a humedales y lagunas, pudiéndola ver en gran cantidad en la
laguna de Uña, el embalse de la Toba y la Laguna del Marquesado, aunque es una
especie que también podemos ver cerca de la propia ciudad de Cuenca,
encontrándola en las orillas del río Júcar a su paso por Cuenca.
Su longitud es de entre
84 y 102 cm. y su envergadura de 155 a 175 cm., presenta un color gris claro,
que hace que la diferenciemos fácilmente al vuelo, ya que suele ser muy
sigilosa en sus movimientos.
Cormorán
(Phalacrocorax carbo)
Son una especie que
suele gustar muy poco a los pescadores de la provincia de Cuenca, debido a la
gran ingesta diaria que hacen de pescado, pero, sin duda, por su tamaño y su
comportamiento de quedarse quietos con las alas extendidas a secarse al sol, ya
que sus plumas son poco permeables, suelen ser de las aves más fáciles de ver
en nuestras lagunas y humedales.
Su color totalmente
negro, nos ayuda también a encontrarlos cuando vemos manchas negras en medio de
lagos y embalses, tienen una longitud de entre 80 y 200 cm. y una envergadura
de 130 a 160 cm. y los encontramos en embalses como el de la Toba, el de
Chincha o el embalse de la Tosca, aparte de en lagunas y ríos de la Serranía.
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