Una advertencia de la Policía Local sobre las sillas en la calle desata la indignación en los pueblos rurales
La costumbre veraniega de sentarse a tomar el fresco en la puerta de casa despierta un intenso debate tras el mensaje de la Policía Local
Lo que para muchos es
una costumbre entrañable del verano, especialmente en pueblos de toda España,
ha desatado una ola de indignación en redes sociales tras un aviso de la
Policía Local de Santa Fe, en Granada. El mensaje, publicado en la red social
'X', recordaba que «la vía pública está regulada» y que sacar sillas o
mesas a la puerta, por muy tradicional que sea, puede estar sujeto a
limitaciones normativas.
El tuit, que generó
más de 5.000 respuestas, decía: «Sabemos
que sacar sillas o mesas a la puerta es tradición en muchos pueblos, pero la
vía pública está regulada. Si la Policía pide retirarlas, hazlo por respeto y
convivencia. Con civismo y sentido común no hay molestias. ¡Gracias por
colaborar!».
La reacción no se hizo
esperar
Numerosos usuarios han
criticado duramente la publicación, algunos de forma contundente: «Este tuit
debería avergonzaros. Fuertes con los débiles, débiles con los fuertes. Policía
local, el cuerpo policial más inútil de todos», decía uno de los
comentarios más virales. Para muchos, este tipo de advertencias criminalizan
prácticas vecinales que forman parte del tejido social y emocional de los
pueblos.
El alcalde intenta
calmar los ánimos
Ante la creciente
polémica, el alcalde de Santa Fe, Juan Cobo, ha salido al paso para
matizar el mensaje policial. Cobo ha asegurado que «sí se puede tomar el
fresco», pero ha recordado que la normativa municipal establece ciertos
límites, especialmente cuando la convivencia o el descanso de otros
vecinos se ven alterados. “Esta norma ya fue aprobada por equipos
anteriores tras múltiples quejas vecinales”, ha indicado.
El problema no son las
sillas, sino el ruido excesivo
Según Cobo, los verdaderos
conflictos no los generan los ancianos que conversan en la puerta al atardecer,
sino aquellos que convierten la vía pública en un espacio de ocio
descontrolado. «Hay quien monta barbacoas, fiestas y hasta corta la calle.
Eso no es tomar el fresco, eso es invadir el descanso ajeno», ha explicado
el alcalde, recordando que hay vecinos que se levantan a las cinco o seis de
la mañana y necesitan tranquilidad.