El Gobierno finalmente no prohibirá cazar codornices
El Ministerio de Transición Ecológica concluye que la codorniz común no está en peligro de extinción y permite que continúe su aprovechamiento cinegético bajo control autonómico
El Gobierno de España ha confirmado que la caza
de la codorniz común podrá continuar tras descartar su
inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Esta decisión llega
después de años de debate sobre la situación de la especie y su posible
prohibición, propuesta inicialmente por el Ministerio para la Transición
Ecológica en 2022.
El informe final, emitido el pasado 17 de febrero, señala que "no se desprende que la codorniz deba ser incluida en la
categoría En Peligro de Extinción", según la respuesta
escrita remitida a la diputada Julia Boada, del Grupo Sumar. El dictamen se
basa en la revisión de datos científicos y en las conclusiones del Comité
Científico de Especies, que no considera necesaria la prohibición de su caza,
sino una "revisión de la gestión cinegética" para
garantizar su sostenibilidad.
Datos
contrastados y reducción de capturas
La polémica se originó tras un
informe de SEO/BirdLife en 2022, que alertaba de un declive poblacional del 61
% en las últimas dos décadas, estimando una población de 225.000 ejemplares en
España. Sin embargo, estudios alternativos como el Proyecto
Coturnix 2020, impulsado por la Fundación Artemisan y la Real
Federación Española de Caza (RFEC), situaron la población post-reproductora en 3,2 millones de ejemplares, cuestionando la
validez de la alarma inicial.
El Ministerio ha subrayado que la
caza controlada no supone una amenaza para la especie si se mantiene dentro de "niveles sostenibles", algo que ya se
está aplicando en varias comunidades autónomas. "La
reducción de la presión de caza no comporta necesariamente la interrupción de
la actividad", señala el informe, destacando que en los
dos últimos años las capturas se han reducido "de
manera notable".
Reacciones
y control autonómico
La decisión ha sido bien recibida
por el sector cinegético, que celebra que se haya impuesto la "proporcionalidad y el rigor científico".
Tanto la Fundación Artemisan como la RFEC han destacado que la continuidad de
la actividad permitirá seguir financiando proyectos de conservación y
recopilación de datos sobre la codorniz.
Por su parte, las comunidades
autónomas ya trabajan en planes
específicos para regular la presión cinegética, buscando un
equilibrio entre la protección de la especie y el impacto socioeconómico en las
áreas rurales, donde la caza representa una actividad
tradicional y un motor económico clave.
Desde el
Ministerio han reiterado su compromiso con la conservación, asegurando que la
vigilancia y las evaluaciones periódicas serán "fundamentales
para garantizar la viabilidad a largo plazo de la codorniz común en
España".
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