El globo estratosférico lanzado en COSMOS UAH Madrid aterrizó en la Serranía de Cuenca
El pasado miércoles 15 de mayo se celebró el evento
COSMOS en la Universidad de Alcalá, en el que se conmemoró el lanzamiento del
primer satélite español con el despegue de un globo estratosférico y talleres
divulgativos para escolares de varios colegios públicos de Alcalá de Henares.
Una oportunidad única que permitió a todos los asistentes y participantes
aprender sobre ciencia y espacio a la vez que se divertían.
Tal y como estaba previsto, el globo terminó cayendo
a las 13:43 en la Serranía de Cuenca, a unos 150 km del punto del lanzamiento,
y desde Alcalá partieron dos equipos de búsqueda a la caza del globo. "El
trabajo en equipo fue, sin duda, lo que permitió localizar la caja con los
equipos electrónicos y científicos. Dada la orografía del terreno, no hubiera
sido posible de otra manera", explica el profesor Manuel Prieto que
participó en el lanzamiento junto a los estudiantes del Grado de Física e
Instrumentación Espacial Carlos Ene, Ismael Llamas Mora, David Bote, Elsa
Moreno y Javier Jiménez y Alberto Jimeno, alumno del Grado en Ingeniería en
Tecnologías de Telecomunicación, que también estuvo presente en la recogida.
La última posición del globo fue a unos 2500 metros
de altura en las proximidades de Carrascosa pero el principal problema fue que
cayó en un barranco, por lo que era imposible recibir las señales de las
radiobalizas desde el pueblo o desde la carretera pero, gracias a las
indicaciones de un vecino del lugar, pudieron llegar al punto exacto tras horas
de camita por el monte con prismáticos y navegador en mano.
El punto exacto de caída se conoce como el Castillo
de Sotarrana y, aunque la recuperación fue muy complicada, ya que estaba en un
punto con una elevada pendiente en el barranco, los investigadores consiguieron
recuperar la sonda sin daño alguno.
Científicamente, un globo estratosférico es una
valiosa oportunidad para hacer ciencia y explorar nuestras capacidades y
límites tecnológicos. Un lanzamiento de este tipo presenta múltiples retos como
las extremas temperaturas de hasta -50 grados y altitudes de decenas de
kilómetros. Estas condiciones no sólo representan un desafío, sino que también
permiten realizar relevantes experimentos científicos.
Aprovechando esta oportunidad, un grupo de
investigación de Biología de la UAH liderado por Jorge Serrano Pérez,
transportó en la carga útil del globo un cultivo de organismos extremófilos con
el objetivo de estudiar cómo sobreviven dichos organismos a unas condiciones de
temperatura y humedad extremas. Ahora habrá que estudiar cómo han respondido
estos organismos a las bajas temperaturas y a la presión de la estratosfera.
Toda una experiencia y sin duda podemos decir:
Misión cumplida.
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