Maderadas y gancheros: la autovía medieval entre Cuenca y Valencia

La Serranía de Cuenca es un bosque productivo de madera de pino de gran calidad desde hace siglos y las maderadas se han usado para transportar los troncos por los ríos. El Tajo, el Guadiela, el Júcar, el Catriel, el Turia eran las vías de comunicación fluvial en las que los gancheros eran los dueños, oficio este duro que pervivió, como las maderadas, hasta que los camiones se abrieron paso por el monte y ya no fue necesario echar los troncos al río. Ahora, varias asociaciones de recuperación de tradiciones se han propuesto mantener vivo aquel oficio legendario.

El historiador conquense Mariano López Marín, cronista oficial de los municipios de Salvacañete y Moya, publicó un exhaustivo estudio sobre esta actividad forestal en la Serranía Baja de Cuenca: Bosques, madera, maderadas y gancheros en el Marquesado de Moya. En ese trabajo de investigación se cuenta cómo estos pueblos, estos bosques, abastecieron de madera a las ciudades valencianas y a los puertos y astilleros mediterráneos, como el de Cartagena, donde la Armada construía barcos, allá por el siglo XVIII con los pinos de Cuenca.

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