Abren una tienda después de 40 años y dan vida a un pequeño pueblo de Cuenca

 

La pequeña localidad conquense de Huelves (menos de 90 habitantes) ya cuenta con una tienda de alimentación y ultramarinos casi cuatro décadas después de que cerrara el último establecimiento similar en el municipio. Desde este pasado otoño los vecinos pueden pasarse por Las Cuatro Esquinas, nombre del establecimiento que regenta Patricia Jiménez y su pareja “con la ayuda de mis padres”, como nos ha contado la tendera en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

Tal como detalla la Cadena SER, la familia de Patricia es de Huelves pero hace muchos años salieron del pueblo en busca de mejores perspectivas laborales. Recalaron en Baleares. “Hemos vivido en Mallorca más de 20 años”, dice. “Yo era entonces una adolescente y allí empecé mi vida. Pero decidimos regresar. Todo iba muy bien en el pueblo hasta que empezamos a echar de menos tener un sitio en el comprar algo tan sencillo como una barra de pan”.

Huelves no contaba con ningún establecimiento comercial. Apenas un bar “con un horario muchas veces incompatible para poder mantener una dinámica diaria de afluencia”, dice Patricia, que al final se decidió a poner en marcha el negocio. “Consultamos con el Ayuntamiento cómo podrían ayudarnos en la obtención de permisos y dicho y hecho. Invertimos todos nuestros ahorros y nos lanzamos. Reconvertimos una parte de nuestra casa dándole acceso al exterior y habilitando dos estancias de nuestra vivienda”.

La tienda está en la planta baja de su casa “de unos cien años”, apunta Patricia, y ellos se han subido “a vivir arriba”.

 “A mí me gusta referirme a la tienda como el colmado de cuando éramos pequeños. Tenemos un poquito de todo lo necesario del día a día. Y lo que necesiten que no tengamos se lo traemos por encargo. Les hemos añadido un plus a los vecinos y les ofrecemos café para llevar que ahora en invierno viene muy bien. Y los fines de semana tenemos churros y porras para desayunar”, explica Patricia.

Hasta la apertura de este establecimiento, la cercana localidad de Tarancón (unos 9 kilómetros), cabeza comercial y empresarial de la comarca, era la referencia a la hora de realizar las compras. “Los vecinos que tienen vehículo se han adaptado ha hacer, como decimos, almacenaje de existencias, y los que no se abastecían de la venta ambulante o coger el autobús para ir a comprar”.

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