Un matrimonio argentino reabre la panadería de Tragacete tras 10 años cerrada
Hacía diez años que Tragacete, un pueblecito de 200
habitantes de la Serranía de Cuenca, no tenía pan horneado cada mañana. Este 6
de abril el olor a pan recién hecho ha vuelto a expandirse por las calles de
esta localidad. Diez años después ha reabierto la panadería de la mano de una
familia argentina llegada desde Buenos Aires a estas tierras conquenses hace
dos meses. Son Marcelo Santin, maestro panadero, y su mujer Claudia Souza que
nos ha contado su historia en Hoy por Hoy Cuenca.
Marcelo Santin se recicló profesionalmente hace dos
años en su Buenos Aires natal formándose como panadero. Ahora, a 10.145
kilómetros de distancia, él y su mujer acaban de sacar del horno las primeras
hogazas y barras de pan. “Los clientes se han ido ya muy contentos con el pan y
la bollería”, dice Claudia. Este 6 de abril es el día del estreno después de
haber llegado hace dos meses a este pueblecito gracias a la iniciativa contra
la despoblación Hola, Pueblo. “Nos pusimos en contacto con esta plataforma,
mandamos nuestra documentación y a mí me gustó mucho el pueblo, estudiamos lo
que le podríamos brindar y lo que el pueblo nos podría ofrecer y, como aquí no
había panadería, nos pareció súper interesante. El alcalde Diego Yuste nos dio
muchas facilidades”.
El Ayuntamiento de Tragacete ha ofrecido las
instalaciones del bar de la piscina municipal para la nueva panadería. “Lo
hemos acondicionado para que quede como una cafetería con panadería”, explica
Claudia. “Mantenemos la terraza para quien quiera tomar trago, cervezas o un pincho.
Más de eso no podemos ofrecer porque nos dedicamos al pan y la bollería”.
El pan que elaboran es en formato de barra y hogazas
pequeñas. “Estamos tratando que la misma gente del pueblo nos diga, probándolo,
si está bien, si les gusta. Ya lo hicimos con algunos vecinos. Así nos darán la
pauta de si estamos en el camino correcto”, explica la panadera.
El otro objetivo que se marcan los nuevos panaderos
de Tragacete es elaborar bollería tradicional de esta comarca. “Por el momento
estamos haciendo medias lunas, cruasán, alfajores de maicena con dulce de
leche, algunas tortillas con crema pastelera”, detalla Claudia, “pero
necesitamos conocer la bollería autóctona”, para lo que quieren hablar con los
vecinos que quieran compartir sus recetas. “Además, tenemos la idea también de
elaborar un pan para las fiestas de San Miguel”, patrón del pueblo y cuyas
fiestas se celebran en los últimos días de septiembre.
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