La ‘Cuenca vaciada’ se ofrece como “válvula de escape al problema de las residencias de ancianos”
OJOS DE MOYA | La Coordinadora Provincial de Cuenca
contra la Despoblación propone una apuesta por los servicios a la tercera edad
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GARABALLA (FOTO : Soy de Garaballa) |
Dice el dicho que toda
crisis es una oportunidad si sabe aprovecharse. Todos sabemos que ahora mismo
estamos sufriendo una terrible crisis epidemiológica a la que, según todos los
augurios, más pronto que tarde vamos a ver cómo se le suma otra crisis de
índole económica, una nueva crisis que habrá que sumar a la que ya padece desde
hace mucho tiempo la España vaciada y por ende la provincia de Cuenca, la despoblación
de este territorio.
Partiendo de esta base y
sin querer obviar el momento tan triste que está atravesando nuestro país, con
todas las víctimas causadas por la epidemia y que está afectando a
prácticamente todo el planeta, en esta situación de nuevas realidades, donde
vemos cómo la masificación de las grandes urbes ha resultado nefasta para
enfrentarse a esta crisis sanitaria, los movimientos que defendemos la España
Vaciada, creemos que ha llegado el momento de replantear el modelo actual de
país y tratar de ver cómo empezar a mejorar la sociedad que deseamos para el
futuro, con soluciones que bien podrían pasar por una redistribución de los
servicios públicos, derivando una parte de los mismos hacia el mundo rural.
Las asociaciones que
luchamos contra la despoblación de la provincia de Cuenca, Cuenca Ahora,
Serranía Celtibérica de Cuenca y Pueblos Vivos, a las que se suman la
Plataforma Serranía Limpia y Viva, Plataforma Salvemos la Serranía de
Cardenete, Pueblo Sostenible Mota del Cuervo, así como Barajas tiene Futuro,
queremos exponer que, una buena idea
para empezar a frenar la
despoblación que sufrimos actualmente y de paso ayudar a nuestra provincia a
luchar contra la crisis económica que se avecina, es la de apostar por los
servicios a la tercera edad. Creemos que, si nuestra provincia se lo propone,
existe una gran oportunidad, a través de estos servicios, para remontar los
censos de población de nuestras pequeñas localidades, generar empleo y a la
vez, servir como una válvula de escape al problema que las grandes ciudades han
sufrido durante esta crisis sanitaria con las residencias, que se han
convertido en uno de los principales focos de contagio, con más de 6.000
muertos en sus instalaciones sólo en la Comunidad de Madrid.
Para llevar adelante
esta idea, partimos con la ventaja de contar ya en nuestra provincia con las
infraestructuras que se necesitan para dar un primer paso en esta dirección.
Son varios los edificios destinados a tal fin que, aunque cerrados, se encuentran
prácticamente preparados y a punto para poder ser utilizados. Un ejemplo de
esto lo podemos ver en la comarca de La Alcarria, donde localidades como
Torralba o Albendea, mantienen cerradas las viviendas de mayores que existen en
dichos municipios, mientras que si recorremos la Serranía, podemos contemplar
cómo en Villalba de la Sierra la vivienda de mayores que hay en dicho municipio
y que consta de dos plantas, mantiene el primer piso de la misma en obras y
cerrado, sin perspectivas de ser abierto en un futuro cercano. Por su parte,
las residencias de la tercera edad, que debían haberse puesto en marcha hace ya
tiempo en los pueblos de Beteta y Cañete, que darían cada una alrededor de 40
puestos de trabajo directo, todavía se encuentran paralizadas por problemas
básicamente de índole política, estando la residencia de Beteta a falta de la
finalización de obra.
Creemos que la puesta en
marcha de estas infraestructuras en los pueblos podría ayudar a revertir la
terrible despoblación que sufren. En comarcas como la zona básica de salud de
Beteta, con una población de 2,21 h/km², la de Cañete con 2,49 h/km², o
territorios más amplios como la comarca de la Alcarria Conquense, con una
población de 3,65 h/km² (según los últimos datos censales), estas infraestructuras
serían un potente revulsivo para levantar sus exiguas poblaciones.
Es por eso que, desde
estas asociaciones, pedimos que se aproveche este momento sin más dilación y se
tenga en cuenta un cambio en la política hacia este tipo de infraestructuras,
dándoles un nuevo impulso desde la Diputación Provincial y el Gobierno de
Castilla la Mancha, abriendo estos centros y, basando el funcionamiento de los
mismos en la gestión pública, llevarlos a convertirse en lugares de referencia
nacional en cuestión de salud y trato hacia los residentes, iniciándose a la
par, un buen proceso de marketing, ofertando este servicio a las personas que
viven en las grandes urbes, aceptando que personas de otras comunidades puedan
venir y, tras un obligado empadronamiento, puedan obtener plaza en las
residencias y viviendas de mayores de estas comarcas, alejadas del bullicio, de
la masificación de las ciudades y rodeadas de naturaleza.
Está en manos de
nuestros políticos el luchar para que el destino de esta provincia pueda cambiar
hacia mejor. Esta idea es una de las tantas que se pueden implementar para
lograr dicho objetivo sirviendo, como ya hemos dicho, de revulsivo para frenar
e incluso revertir, tanto la crisis poblacional de estas tierras como la crisis
económica que se nos avecina.