Cuevas de la provincia muestran indicios de falta de oxígeno
OJOS DE MOYA | Un estudio del Instituto Geológico y
Minero de España (IGME) en cavidades de Cuenca revela niveles por debajo del
20%
Las consecuencias del
cambio climático se notan en los glaciares, en el nivel del mar o en el número
de eventos climáticos extremos. Ahora, un nuevo trabajo apunta que también
podría reducir los niveles de oxígeno de las cuevas.
Esta es la principal conclusión
de una investigación realizada en cuatro cuevas de la meseta peninsular, en
concreto en Soria y en Cuenca; según datos del Instituto Geológico y Minero de
España (IGME), en colaboración con los Bomberos de la Comunidad de Madrid,
estas presentan niveles de oxígeno en el aire por debajo del 19,5 %.
Este valor es
importante, explica a Efe el investigador del citado instituto Raúl Pérez
López, quien detalla que la normativa española de calidad ambiental estima en
19,5 % el valor mínimo que permite desarrollar actividades profesionales y
recreativas sin condiciones especiales, es decir, sin oxígeno suplementario.
La sima CJ-3 de Soria, referente en la investigación
La alerta sobre el
déficit de oxígeno en estas zonas surgió en 2012, cuando un equipo formado por
bomberos y espeleólogos avisaron de que una persona se había desmayado en la
sima CJ-3, próxima al Cañón de Río Lobos (Soria).
Sin embargo, no fue
hasta 2014, que recibieron el permiso de la administración, cuando el grupo de
científicos que lleva a cabo la investigación fue a tomar la primera medida
sobre las condiciones del aire en esta sima, que se convertiría luego en
referente.
Los resultados se
entregaron al Parque Natural del Cañón del Río Lobos, que se ocupó de poner un
cartel recomendando que no se accediera de forma numerosa y en verano.
Cinco años después, tras
varias pruebas repetidas de manera interanual en la sima CJ-3, se presentaron
evidencias científicas que demuestran que el oxígeno en las zonas medias de
esta cavidad se está reduciendo progresivamente.
"Esto se debe a que
no hay ventilación", asegura Pérez López, quien vincula este hecho a un
aumento de las temperaturas exteriores.
Una metodología pionera en el mundo
Para llevar a cabo las
mediciones, los investigadores diseñaron un modelo atmosférico exterior y, de
esta forma, conocer si la temperatura de fuera es mayor que la de dentro de la
cueva y si se produce ventilación desde el exterior.
Para ello, midieron la
temperatura, el oxígeno, el CO2 y la presión atmosférica, además de la humedad
relativa, y se dieron cuenta de que la temperatura a 52 metros de profundidad
no variaba: siempre estaba en 10,9 grados.
Precisamente, la cueva
se ventila cuando la temperatura exterior es inferior a esos 10,9 grados.
Los investigadores se preguntaron
entonces cómo las cuevas pueden estar perdiendo oxígeno en el interior. Para
Pérez López, "la única manera es que el número de días que la temperatura
exterior es menor que la interior haya disminuido", lo que explicaría la
falta de ventilación dentro de estas cuevas.
"Esto implica que
se han suavizado las temperaturas exteriores en invierno, que es cuando se
ventilan las cuevas", advierte el experto.
Después de estos
cálculos, la Federación Castellano Manchega de Espeleología y Cañones y el Club
ARA, avisaron al grupo de científicos de que varias cuevas en esta región
presentaban los mismos síntomas que la CJ-3 de Soria, lo que marcaría un punto
de inflexión en la investigación.
Así, el equipo comenzó a
escudriñar otras cuevas de la meseta peninsular y las mediciones dieron los
mismos resultados: las cavidades del centro español están sufriendo pérdidas de
oxígeno.
¿Está el cambio climático detrás?
Los primeros datos
apuntan a que sí, pero, reconoce este investigador, son necesarios más
estudios. "Somos los primeros en el mundo que estamos diciendo que el
cambio climático está afectando a todas las cavidades que hay en el
mundo", y para ello hemos diseñado una metodología, como la que se puede
utilizar en montañas y glaciares.
Este modelo hay que seguir
aplicándolo porque "el problema de encontrar respuestas al cambio global
es que debemos disponer de series temporales amplias para poder señalar una
tendencia, si no, podrían ser variaciones interanuales propias de un sistema
climático oscilante".
Además, se tendrían que
tener en cuenta otros factores que podrían estar detrás también de esta
disminución del oxígeno. Se han analizado cuevas en el litoral y los datos
apuntan a la actividad tectónica (Murcia y Málaga), los volcanes (Canarias) o
la proliferación de vertederos y residuos sólidos en las ciudades (Cataluña).
Los últimos avances en
esta investigación se presentaron en el X Congreso Español de Espeleología,
celebrado en Morillo de Tou (Huesca), donde se advirtió a las federaciones
deportivas para que los espeleólogos puedan hacer su deporte en la mejor de las
condiciones ambientales.
Ahora hay más
incidencias que hace 25 años, subraya Pérez López, aunque también, actualmente,
hay más espeleólogos que practican actividades deportivas que entonces.
No hay una legislación
específica sobre cavidades verticales, lo que supone un hándicap para afrontar
el problema, y son las comunidades autónomas en todo caso las que podrían
cerrarlas. | EFEfuturo