Castilla-La Mancha se prepara para una vendimia “media”, con permiso del calor de agosto
OJOS DE MOYA | La cosecha se generalizará en torno al
10 de septiembre, algo antes que en 2018
Las primeras previsiones
para la vendimia de 2019 -contando con la incógnita de cómo afectarán las altas
temperaturas de agosto a la maduración de la uva- dibujan una campaña con una
producción media y una cosecha que se generalizará en torno al 10 de septiembre,
algo antes que en 2018.
Las organizaciones
agrarias y Coooperativas Agro-Alimentarias consultadas por Efeagro calculan una
cosecha de entre 40 y 44 millones de hectolitros de vino, lo que supone una
vuelta a la «normalidad», con una reducción considerable respecto a la actual y
que incluso puede llegar al 20 % en algunas zonas
Dichas fuentes
coinciden, además, en una carencia que resulta clave para el mercado: una
herramienta para realizar previsiones y estimaciones oficiales, tal y como
ocurre en otros países.
El sector vitivinícola
es fundamental para España desde el punto de vista social y económico; en estos
momentos, hay casi un millón de hectáreas de viñedo plantadas.
Según los datos de la
Federación Española del Vino (FEV), son 951.693 hectáreas plantadas de vid y la
producción media de los últimos cinco años ha sido de 42 millones de
hectolitros, lo que sitúa al país entre los principales productores del mundo.
Para el presidente de
Cooperativas Agro-alimentarias, Ángel Villafranca, es «muy pronto» para hacer
una previsión sin riesgos sobre la vendimia que se acerca, y sus cálculos se
basan en el estado actual del viñedo, su brotación, su evolución y el
comportamiento de las lluvias.
«Tuvimos la suerte de
que cayeron 100 litros de agua en casi todas la zonas vitícolas en abril»,
recuerda, y que no se han registrado siniestros graves, a excepción de las
tormentas que afectaron hace unas semanas a la zona de Utiel-Requena (Comunidad
Valenciana) y en La Manchuela (Castilla-La Mancha).
Pero falta «todo el mes
de agosto, que es muy largo» y será clave para el resultado final, pues resta
la maduración final de la uva; en este proceso, las temperaturas son muy
importantes, sobre todo las nocturnas, detalla el presidente de Cooperativas.
Con todo -y con estas
incógnitas-, Villafranca espera «una campaña normal de entre 42-43 millones de
hectolitros», pero algo más temprana que el año pasado, por lo que comenzará a
finales de agosto -salvo las excepciones en parcelas muy concretas y en zonas
como Montilla-Moriles- y estará generalizada en torno al 10 de septiembre.
El presidente de la
sectorial de vino de la organización agraria Asaja, Fernando Villena, coincide
en la imposibilidad de dar una cifra con exactitud, pues en estos momentos es
cuando se está produciendo el «envero» de la uva.
Vaticina que, aunque
habrá diferencias por zonas y la sequía aún «puede hacer estragos», se situará
en 42 millones de hectolitros.
«Todo apunta a que vamos
a volver a un año de producciones medias», apunta el responsable del sector
vitivinícola de COAG, Joaquín Vizcaíno, quien apunta que -a falta de
«estimaciones objetivas»- sitúa la horquilla en 42-43 millones de hectolitros,
siempre y cuando las temperaturas nocturnas no sean muy altas.
En cuanto al estado
sanitario de la uva, señala que no se han producido plagas importantes, si bien
se esperan algunos brotes de araña amarilla y roja, que «aparecen en periodos
de sequía».
Fuentes de la Unión de
Pequeños Agricultores destacan, por su parte, que «van a pesar mucho las
adversas condiciones meteorológicas y la sequía», que han llevado a un cuajado
no idóneo en amplias zonas del país.
A ello se suma el calor
de las últimas semanas, que «puede tener un efecto muy negativo en los viñedos,
dado el estrés hídrico que ya sufre la planta»; y aunque insisten en que es
pronto para valoraciones exactas, todas estas condiciones climáticas podrían
llevar a una campaña «normal tirando a baja».