Castilla-La Mancha celebra que el Valle del Cabriel y el Alto Turia lleguen a convertirse en Reservas de la Biosfera
OJOS DE MOYA | La previsión es que la declaración por
parte de la Secretaría del MaB de la UNESCO se resuelva en junio del año que
viene
Castilla-La Mancha se
convertirá en junio del año que viene en uno de los lugares con más superficie
declarada Reserva de la Biesfera en nuestro país, tras la información favorable
de esta semana en la 19ª Reunión del Comité Español del Programa Hombre y
Biosfera (MaB) de la UNESCO de las Reservas de la Biosfera del Valle del
Cabriel, en las provincias de Cuenca y Albacete, y la Reserva de la Biosfera
del Alto Turia, en la provincia de Cuenca.
El consejero de
Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural ha celebrado esta noticia ante
el “impulso que se ha dado desde nuestro país con la participación activa del
Gobierno regional y de los actores del territorio que viven en estas áreas a que
se declaren Reserva de la Biesfera el Valle del Cabriel y el Alto Turia”.
Se trata, ha indicado
Francisco Martínez Arroyo, de “dos espacios muy singulares en los que nuestra
comunidad autónoma cuenta con unas 390.000 hectáreas del total de 490.000 que
se van a proteger de esta manera”.
La incorporación de
estas dos nuevas áreas, ha resaltado, “hacen de Castilla-La Mancha uno de los
lugares con más superficie declarada Reserva de la Bioesfera en nuestro país”.
En concreto, la Reserva
de la Biosfera del Valle del Cabriel está ligada al ecosistema fluvial del río
que le da nombre si bien aparecen otros ecosistemas de gran valor ligados a
roquedos, tierras de labor, bosque mediterráneo, bosque de alta montaña o humedales
que le confieren unas características naturales únicas de gran valor.
El Valle del Cabriel,
cuenta con 421.765 hectáreas de la que más del 75 por ciento de la superficie
se encuentra en territorio castellano-manchego (casi 322.000 hectáreas) a través
de 37 municipios de las provincias de Cuenca y seis de la de Albacete.
En el caso de la Reserva
del Alto Turia comprende toda la superficie de los ocho términos municipales de
los que forma parte teniendo como eje de unión el curso alto del río Turia, con
67.080 hectáreas de la que forma parte el municipio de Santa Cruz de Moya de la
provincia de Cuenca con 11.075 hectáreas, el 17 por ciento de la superficie.
Castilla-La Mancha, “líder” en defensa del medio
ambiente
En Castilla-La Mancha,
ha recordado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, se
cuenta ya con un espacio declarado Reserva de la Bioesfera.
Se trata, ha explicado,
de La Mancha Húmeda, que se distribuye a
lo largo de 410.000 hectáreas de cuatro
de las cinco provincias de Castilla-La Mancha y que fue declarada Reserva de la
Bioesfera por la UNESCO en 1980, estando formada por humedales dispersos por la
geografía del territorio manchego, como lagunas endorreicas, tablas fluviales o
terrenos inundables de los ríos Gigüela, Záncara, Riánsares y Guadiana, así
como por humedales que pertenecen al sistema
cárstico del entorno de Ruidera.
Así, “a la expectativa
de que en junio de 2019 el Valle del Cabriel y el Alto Turia puedan ser
reconocidos formalmente como reserva de la Bioesfera por la UNESCO”, Francisco
Martínez Arroyo ha incidido en que con noticias como ésta queda reflejado que
“Castilla-La Mancha vuelve a ser líder
en defensa de su espacio natural“.
De lo que se trata es
que seguir haciendo “de Castilla-La Mancha una región símbolo en materia de protección
del medio ambiente”.
Una vez informadas
favorablemente estas nuevas por el comité MaB español en la reunión celebrada
el pasado día 20 de septiembre, se remitirán a la Secretaria MaB en Paris en las próximas semanas y será sometido a la
aprobación del Comité Internacional de
Coordinación de la UNESCO que resolverá previsiblemente en junio del año que
viene.
Con estas Reservas de la
Biosfera, la Comunidad Autónoma pasa a tener superficie en tres espacios
protegidos por acuerdos internacionales de este tipo que pretenden implantar
métodos de desarrollo socioeconómico sostenible de forma compatible con la
conservación de los recursos naturales y culturales de los territorios.