Carlos Saura recuerda 'la España miserable'
OJOS DE MOYA | La
exposición ‘España. Años 50’ reúne en Zaragoza un centenar de fotografías,
entre ellas algunas tomadas en la Serranía Baja
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LA MATANZA DEL CERDO EN CAÑETE. AÑO 1962 |
La España de aquellos años, 50 y 60, la recuerdo.
Está en las fotografías y se puede ver, una España bastante miserable".
Así define el incombustible realizador Carlos Saura, en contenido de esta
exposición, que tras dos años de recorrido por distintas ciudades, recala en
las salas Goya y Saura del Paraninfo de la Universidad en Zaragoza hasta el próximo
30 de junio.

"La pobreza de aquellos años comparada con
esto es como el paraíso terrenal. La pura verdad es que este país es fantástico
y maravilloso, y, cuando lo recorro, me doy cuenta de lo que ha cambiado y que
no se parece en nada al que reflejan las fotografías", comentaba durante
la presentación el cineasta aragonés que cumplió 86 años el pasado mes de
enero.
El
origen de su pasión fotográfica
Aficionado a la fotografía desde muy niño. Saura
ingresaría en la Escuela de Ingenieros básicamente para contentar a su familia.
A comienzos de los 50 empezaba a trabajar como profesional con una Rolleiflex y
en 1951, con tan solo 19 años, realizaba su primera exposición en la Real
Sociedad Fotográfica de Madrid.
Es entonces cuando le nombran fotógrafo oficial de
los Festivales de Música y Danza de Granada y Santander. Los estudios se
quedarían por el camino... Comienza una etapa de actividad frenética, viaja por
toda España, fotografiando las ciudades, sus gentes, los pueblos, su entorno
familiar y social, la calle.
Y sin darse cuenta, disparo a disparo, da forma a
una personal crónica visual de aquella época que con los años adquiriría un
inmenso valor. Tanto, que ha acabado por convertirse en esta exposición. Las
casi 100 imágenes que reúne son variopintas: Cuenca con sus paisajes y sus
gentes, la matanza del cerdo en Cañete, las novilladas en la Zarzuela,
Sanabria, Madrid y sus salas de baile, Castilla La Mancha, Valencia con sus
fiestas y el Mediterráneo y Andalucía con sus olivares y sus casas encaladas...
Pero todas son, en definitiva, un reflejo de la
España de la posguerra y la dictadura que le tocó vivir. Como dice Olivia María
Rubio, comisaria de la exposición: "sus fotografías dan cuenta de esa
España triste y negra sumida en la pobreza, pero también de esa España que
conserva sus ritos, sus fiestas y costumbres. La mirada de Carlos Saura sobre
esa España y sus gentes es de empatía con un pueblo que había sufrido los
estragos de la guerra civil y seguía sufriendo la pobreza, represión y falta de
libertades del franquismo".
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