Medio Ambiente recomienda tratamientos contra la procesionaria en parques, jardines y zonas cercanas a centros educativos


OJOS DE MOYA | La Junta está controlando las parcelas para ver la evolución de la población de orugas, que es muy alta en toda la Serranía de Cuenca
La extensión de la oruga procesionaria en la provincia de Cuenca está en sus niveles "más altos", aunque la Delegación de Agricultura y Medio Ambiente de momento no recomienda tratamientos en monte abierto pero sí en parques y jardines y cerca de centros educativos.

En declaraciones a Efe, el delegado provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Joaquín Cuadrado, ha explicado que aunque las lluvias de las últimas semanas han "aliviado" un poco la situación, lo cierto es que la provincia está sufriendo "un ataque muy duro".
Ha señalado que la plaga es "cíclica" y en estos días se atraviesa uno de los periodos de incidencia "más altos", aunque se ha podido controlar en zonas donde la temperatura ha bajado este invierno hasta los 10 grados bajo cero.
Su departamento, según ha agregado, está controlando las parcelas para ver la evolución de la población de orugas, que es muy alta en toda la Serranía de Cuenca y especialmente notable en algunas localidades.
La oruga provoca en el pino una fuerte desfoliación, al tiempo que ha indicado que con la llegada de la primavera las orugas "bajan de los árboles, de los bolsones y generan mucha alergia".
Ha señalado que su departamento no aconseja tratar en monte abierto pero sí en zonas de paseo o cerca de colegios con productos fitosanitarios.
"No merecen la pena los tratamientos fitosanitarios masivos porque afectaría a especies protegidas o en peligro de extinción, además de al ecosistema", ha agregado.
Las nieves de los últimos meses han dejado estampas singulares como extensas procesionarias muertas en los mantos de nieve en parajes como la Ciudad Encantada, donde ha habido mucha mortandad, según ha podido comprobar Efe.
La procesionaria también supone un peligro para los perros, dado que al lamer la oruga o sufrir alguna picadura puede sufrir graves heridas e incluso morir.
Además, la procesionaria está causando inquietud en varios centros educativos de la ciudad de Cuenca con zonas con pino negral y han reclamado a las administraciones que adopten las medidas oportunas.
Se da la circunstancia que en la Diputación de Cuenca se aprobó el pasado mes de febrero una moción en la que se reclama a la Junta "la puesta en marcha de un plan contra la plaga de la procesionaria del pino".
Por su parte, fuentes del Servicio de Alergología del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca han indicado a Efe que la incidencia de alergias a las orugas es baja, aunque reconocen que la procesionaria sí puede provocar numerosas irritaciones.
Asimismo, han avanzado que en estos momentos los mayores problemas de alergias en Cuenca los genera el polen de ciprés, arizónicas, enebros o sabinas.
"Estamos en los picos más altos este mes de marzo", han señalado estas fuentes, al tiempo que han agregado que es normal que haya pacientes con síntomas oculares como picor o enrojecimiento ojos y también nasales como picor de nariz, estornudos y mucosidad abundante.

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