Dos fósiles conquenses esclarecen cómo evolucionó el vuelo en las primeras aves
OJOS DE MOYA | El estudio
aerodinámico de Concornis lacustris y Eoalulavis hoyasi, dos pequeños pájaros
del yacimiento de Las Hoyas, en La Cierva, indica que pudieron usar hace 126
millones de años un vuelo ondulado ‘a saltos’, típico de muchas especies
modernas
Un equipo de científicos procedentes del Museo de
Historia Natural de Los Ángeles (California, EE.UU.), la Universidad de Málaga
y la Universidad Autónoma de Madrid ha modelado el vuelo de estas dos aves
ibéricas, que convivieron con los dinosaurios durante el periodo Cretácico.
Un pájaro pequeño puede volar batiendo sus alas
ininterrumpidamente y siguiendo una trayectoria recta, pero si quiere optimizar
su eficiencia de vuelo (para aumentar la velocidad o volar largas distancias)
debe cambiar de estrategia, alternando periodos de aleteo con otros en los que
las alas se pliegan junto al cuerpo. Este modo de vuelo describe una
trayectoria ondulada, en la que el pájaro parece avanzar a saltos.
Su ventaja consiste en que disminuye la
resistencia que opone el cuerpo del ave al aire y se aprovecha la aceleración
de la gravedad. Esta estrategia, bien conocida en muchas especies modernas,
pudo ser usada ya por aves primitivas hace al menos 126 millones de años, según
evidencia este nuevo estudio de Concornis lacustris y Eoalulavis hoyasi, dos
aves fósiles conquenses.
El estudio, liderado por el paleontólogo malagueño
Francisco José Serrano Alarcón, del Museo de Los Ángeles, proporciona por
primera vez un análisis cuantitativo que documenta la capacidad de vuelo
ondulado mucho antes de que aparecieran las aves modernas. Para ello, los
investigadores han llevado a cabo análisis biomecánicos y aerodinámicos sobre
los movimientos del ala y la eficiencia energética de estas dos especies.
Según Serrano, “la combinación de su pequeño
tamaño con unas alas relativamente cortas y anchas habría permitido a estas
aves primitivas desarrollar un vuelo ondulado ‘a saltos’, similar al de muchos
pájaros pequeños modernos. Con ello, pudieron incrementar su velocidad de
crucero más de un 5% respecto a un vuelo de aleteo continuo”.
Los pájaros de Las Hoyas pertenecen a un grupo
anterior a todas las aves modernas, las enantiornitas, que convivieron con sus
parientes los dinosaurios y se extinguieron con ellos hace 65 millones de años,
quedando las aves neornitas como únicos representantes de este linaje. El
estudio evidencia que las aves, que usan un modo de locomoción tan costoso como
es el vuelo, pudieron usar estrategias para optimizar el gasto energético en
una fase muy temprana de su historia evolutiva.
Para Luis Chiappe, vicepresidente del Museo de
Historia Natural de Los Ángeles y coautor del trabajo, “estos resultados
permiten destacar el alto grado de diversidad ecológica y funcional que
alcanzaron las aves en el Cretácico inferior durante su primera gran radiación adaptativa”.
Unos viejos conocidos
Concornis lacustris y Eoalulavis hoyasi provienen
de Las Hoyas (Cuenca), un yacimiento cuyas excavaciones durante los últimos 33
años han proporcionado una gran cantidad fósiles de todo tipo, incluyendo
plantas, invertebrados, peces, anfibios, lagartos, tortugas, cocodrilos,
pterosaurios (reptiles voladores), dinosaurios, aves y pequeños mamíferos.
Tal como afirma otro coautor del artículo, José
Luis Sanz, catedrático de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid y
responsable de las excavaciones del yacimiento durante los primeros años, “la
riqueza y excepcional preservación de los fósiles de Las Hoyas, que lo hacen un
yacimiento reconocido mundialmente, suponen una ventana incomparable a los
humedales del Cretácico inferior”.
El propio profesor Sanz describió Concornis y
Eoalulavis en la década de los 90, cuando tuvieron un gran impacto debido a que
se conocían muy pocas aves con esa antigüedad (126 millones de años). “Este
estudio demuestra la utilidad de analizar fósiles ya conocidos, pero usando un
enfoque diferente” según Paul Palmqvist, catedrático de Paleontología de la
Universidad de Málaga y coautor del estudio.