La plaga de la procesionaria se adelanta debido al calor
OJOS DE MOYA | Las
autoridades medioambientales comienzan a activar los planes de prevención
contra esta especie
Las temperaturas primaverales, en pleno mes de
enero, sumadas a la escasez de lluvias, han compuesto el caldo de cultivo
perfecto para la aparición prematura de la denominada procesionaria del pino.
Una especie que constituye la segunda causa de
destrucción de los pinares, solo por detrás de los incendios forestales, con el
impacto que esto conlleva a nivel económico y medioambiental. Así lo advierte
la Anecpla, asociación nacional de empresas de sanidad ambiental.
Su aparición suele darse cada año en primavera,
cuando el invierno comienza a ceder y el termómetro, a subir. Sin embargo, su
presencia se adelanta cuando, como ahora, las temperaturas aumentan antes de lo
previsto. Desde esta entidad piden prestar especial atención a los niños porque
puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y
reacciones alérgicas, y daños a animales.