… a causa de implorar socorro para la lluvia…
OJOS DE MOYA | Cadena Ser Cuenca hace un repaso de los fenómenos meteorológicos en la comarca a
través del Archivo Histórico Provincial de Cuenca
Almudena
Serrano, la directora del Archivo Histórico Provincial de Cuenca rescata esta
semana una serie de datos sobre cómo era el tiempo en Cuenca entre mediados del
siglo XVIII y finales del siglo XIX. En el espacio ‘Así dicen los documentos’
de Hoy por Hoy Cadena Ser Cuenca han recorrido la provincia apuntando dónde
hubo riadas, dónde se sacaron los santos pidiendo lluvia o dónde el viento
arrancó los pinos, con varias referencias a la Serranía Baja que extractamos a
continuación (LEER ARTÍCULO COMPLETO)
Riadas
En Garaballa,
en 1804, la justicia del lugar pidió que se diera facilidad para reparar los
daños causados por las riadas de la presa y molino de la villa.
Vientos huracanados
Los días de vientos huracanados están bastante
documentados, como sucedió en el año 1806 en Fuentelespino de Moya, que 40 pinos tirados por el viento fueron
utilizados para madera y carbón. Algo más tarde, en el año 1860, en
innumerables lugares debió de haber vientos generalizados, según consta, porque
fueron afectados pueblos de muy diversas zonas de la provincia. Así, en Campillos Paravientos se habla de
‘maderas desligadas por los vientos en la dehesa del común’ o los ’50 pinos
desligados de los montes o los varios pinos que el alcalde autorizó en venta
porque fueron arrancados por el viento en Las Majadas.
Sequías y rogativas
En siglos pasados hubo años completos en que no
llovía nada y todo esto lo sabemos por los expedientes que se conservan, por
ejemplo, para pedir autorización a la Iglesia para sacar imágenes religiosas y
hacer rogativas.
Como ejemplo se menciona un expediente incoado
para autorizar que la imagen de la Virgen
de Tejeda saliese hacia la iglesia de Moya
‘a causa de implorar socorro para la lluvia’.
Y finalmente llovió. Además, tenemos documentado
el resultado de aquella rogativa en la ‘Noticia puntual de lo ocurrido con
ocasión de llevar la Santa Imagen de Tejeda a la villa de Moya para el solemne
novenario de acción de gracias por lluvia en el año 1773, por haber conseguido
el socorro de un agua general en el día 18 de mayo’.
Los pedriscos
Los días 2 y 3 de junio de 1911 hubo un pedrisco
que afectó a decenas de pueblos, entre otros cayó en Reíllo, Laguna del Marquesado y Olmedilla de Alarcón. Los
ayuntamientos escribieron a Hacienda para pedir condonación de multas al haber
perdido las cosechas de cereales, patatas, judías y verduras.
Las nieves y los hielos
En Landete,
un mozo sirviente en la herrería de Mijares, cuenta cómo tuvieron que volverse
con las carrascas cortadas, según dice el documento, ‘al haber salido de dicha
fábrica para conducir carbón, no pudiendo transitar los carros por la mucha
nieve’.