Arguisuelas hizo disfrutar a pequeños y mayores con un torneo de fútbol sala
OJOS DE MOYA | El I
Torneo Memorial Delio Fernández contó con la participación de ocho equipos
divididos en tres categorías, en función de las edades
El pasado 14 de abril, la localidad de
Arguisuelas disfrutó del fútbol sala en un campo improvisado. Con la actual
infraestructura en desuso por su mal estado, los componentes del Club Deportivo
Arguisuelas apañaron una parcela en el municipio para que los más pequeños
pudieran disfrutar de un campeonato y sentirse futbolistas. EL DEPORTE CONQUENSE
Esta primera edición, llamada I Torneo Memorial
Delio Fernández, contó con la participación de 8 equipos divididos en tres
categorías, en función de las edades de sus participantes. En la Chupetín
participaron aquellos niños de hasta 8 años, mientras que en la de Mozo
correspondía para jugadores entre 9 y 15, dejando la categoría Promesas para
mayores de 16 años.
Por su cercanía, se produjeron duelos entre los
equipos de las poblaciones de Arguisuelas y Carboneras de Guadazaón, jugándose
en Chupetín y Mozo eliminatorias de ida y vuelta, donde el valor de los goles
marcados fuera de casa resultó determinante en los más pequeños. En cambio, en
los más mayores los cruces entre sus cuatro equipos participantes se realizó a
través de sorteo público con bolas dentro de un bombo, al más puro estilo
Champions League, llegando a la final los dos mejores equipos.
Para darle más intensidad al torneo, además de
un toque de deportividad, en todos los encuentros saltaron juntos al campo los
dos conjuntos, a la par que sonaba el reconocido himno de la mencionada
Champions League. Esta jornada futbolera repartió premios para todos los chupetines,
así como a los campeones de mozos y promesas. También hubo reconocimientos a
los máximos goleadores, porteros menos goleados y a los jugadores más valiosos
de cada una de las categorías.
La organización destacó lo “bonito que fue ver a
los jugadores dejarse la piel en el campo, así como la deportividad sobre el
terreno de juego”. En este sentido, también brilló la cordialidad en el público
y el buen arbitraje, en una jornada donde todos los participantes (incluyendo
afición y organización) ganaron, uniendo lazos entre ambas localidades
conquenses a través del deporte.